Carpaccio de ternera con rúcula y tomates secos

Plato de aire italiano, este carpaccio de ternera con rúcula y tomates secos, que se rehidratan. Para cortar bien fina la ternera hay que dejarla previamente un rato en el congelador.

Dani Muntaner
Dani Muntaner
Cocinero

CARPACCIO DE TERNERA CON RÚCULA Y TOMATES SECOS.
CARPACCIO DE TERNERA CON RÚCULA Y TOMATES SECOS.
Cocina Fácil / RBA / XABIER MENDIOLA
4 personas
15 min
220 Cal

4

(3 votos)

Dieta:

Baja en calorías

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Sin cocción

Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten

Hay platos que tienen la capacidad de hacerte sentir en una trattoria de Florencia con solo cerrar los ojos. El carpaccio de ternera es uno de ellos. No necesita cocción, se prepara en apenas un cuarto de hora y siempre logra ese efecto sopresa que tanto nos gusta cuando tenemos invitados. Ligero, fresco y con una combinación de sabores que funciona a las mil maravillas.

La magia de esta receta reside en la perfecta conjunción de un puñado de sencillos ingredientes; cada cual cumple su función consiguiendo el equilibrio perfecto entre lo suave de la carne, el ligero amargor de la rúcula y ese punto dulzón y concentrado del tomate seco rehidratado. Una vinagreta sencilla con limón y aceite de oliva termina de redondearlo, sin complicaciones ni ingredientes imposibles.

En casa lo suelo preparar cuando tengo visitas y quiero impresionar sin tener que encender un solo fogón. Una tabla bonita, una copa de vino blanco bien frío y este carpaccio hacen que cualquier comida empiece con buen pie. Y lo mejor de todo es que también funciona genial como plato ligero para una cena rápida, cuando te apetece cuidarte sin renunciar al sabor.

Ingredientes paraCarpaccio de ternera con rúcula y tomates secos

  • 500 gramos de Tapa De Ternera en un trozo
  • 1 Limón
  • 50 gramos de Queso Parmesano
  • 30 gramos de Rúcula
  • 4 Tomates Secos
  • 4 cucharadas de Aceite De Oliva
  • Pimienta Negra molida
  • Sal

1. Prepara los ingredientes

Coloca los tomates secos en un cuenco con agua tibia y déjalos en remojo durante 1 hora para que se hidraten bien. Luego escúrrelos y córtalos en tiras finas. Mientras tanto, corta el queso parmesano en escamas con un pelador o cuchillo afilado.

2. Congela ligeramente la carne

Envuelve el trozo de ternera en film transparente y mételo en el congelador durante unos 30 minutos. Esto hará que esté lo suficientemente firme como para poder cortarlo muy fino sin deshacerse.

3. Corta el carpaccio

Saca la carne del congelador, retira el film y, con un cuchillo bien afilado, corta filetes lo más finos posible. Si tienes mandolina o cortadora de fiambres, también puedes usarla.

4. Monta el plato

Distribuye los filetes en una fuente amplia, cubriendo el fondo. Lava y seca la rúcula, y repártela por encima. Añade también las tiras de tomate seco y las escamas de parmesano.

5. Prepara la vinagreta

Bate el zumo de un limón con el aceite de oliva, una pizca de sal y un toque de pimienta negra recién molida. Riega el carpaccio con esta mezcla justo antes de servir para que la carne no se cocine en exceso con el limón.

El truco

Hazle una salsa: mezcla 80 g de mahonesa light, 40 de mostaza y gotas de salsa Worcester.

Una de las grandes ventajas del carpaccio es que, además de elegante, es saludable. Al no estar cocinado, la carne mantiene intactas sus propiedades nutricionales y, combinada con vegetales frescos y una vinagreta ligera, se convierte en un plato ideal para quienes buscan cuidar la línea sin aburrirse en la mesa.

Puedes adaptar esta receta a tu gusto, si no te convence la rúcula, prueba con canónigos o espinacas baby. El parmesano también puede sustituirse por lascas de manchego curado o incluso un queso azul suave para un resultado más intenso. ¿Y si no tienes tomates secos? Unos cherries asados también funcionan de maravilla.

Además, este plato es una gran opción si tienes una comida especial y quieres marcar la diferencia sin pasarte horas en la cocina. En menos de 15 minutos puedes tenerlo listo, y su presentación elegante lo convierte en el entrante perfecto para dejar a tus comensales con la boca abierta desde el principio.

Así que, es una apuesta segura porque con esta receta todos son ventajas, perfecto para sorprender, para cuidarte y para disfrutar de la cocina sin complicaciones. Y recuerda: cuanto más finas las láminas de carne, mejor será el resultado. ¡Anímate a probarlo ten por seguro que no te arrepentirás!

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