Hay postres que no necesitan presentación, pero sí una buena cucharada de fruta y un toque casero que los eleve a la categoría de inolvidables. Este bizcocho de albaricoques, servido con una salsa de cerezas hecha al fuego lento, es uno de esos caprichos dulces que huelen a cocina de verdad y que se disfrutan hasta la última miga. Lo mejor, que no hace falta ser un experto pastelero para bordarlo . La combinación es de las que funcionan siempre . Por un lado, una masa sencilla, esponjosa y con fruta fresca horneada que aporta jugosidad. Por otro, una salsa de cerezas con ese punto ácido y dulzón que refresca cada bocado. Lo serví hace poco en una merienda de domingo, y no sobró ni una cucharadita. La clave está en no escatimar con la fruta y respetar los tiempos de horno. Y si puedes usar albaricoques de temporada, el resultado es todavía más aromático. Este postre puede funcionar como broche de oro en una comida especial, o como un capricho especial. Incluso puedes hacerlo en moldes individuales, como en esta receta, y servirlos con un toque de nata montada o una bola de helado para que parezca aún más sofisticado. Aquí te dejo cómo prepararlo, paso a paso. El bizcocho que se hace querer desde el primer bocado Este bizcocho tiene ese encanto que solo los postres con fruta pueden ofrecer, es tierno, jugoso y con un sabor natural que no empalaga . El albaricoque, al hornearse, se vuelve dulce y fragante, y la salsa de cerezas le da un contraste ideal. Si te animas a presentarlo con helado de vainilla o yogur, te aseguro que tendrás un postre de restaurante en tu mesa. Una ventaja de esta receta es que se adapta muy bien a otras frutas, puedes cambiar los albaricoques por melocotón, mango o incluso ciruelas, y la salsa funcionará igual de bien. El truco está en respetar el equilibrio entre dulce y ácido . También puedes añadir una pizca de ralladura de limón o un chorrito de licor de cereza a la salsa si quieres intensificar su sabor. Un final feliz con sabor a fruta y horno casero Este bizcocho de albaricoques con salsa de cerezas es mucho más que una receta dulce: es una invitación a recuperar el placer de los postres hechos en casa, con ingredientes sencillos y resultados que enamoran. Fruta fresca, aroma de mantequilla y ese toque ácido de la salsa que marca la diferencia . ¿Te animas a prepararlo este fin de semana? Ten por seguro que te va a encantar.