Colocar en un cazo 60 g de azúcar con 2 cucharadas de agua y remover. Cocer 4 o 5 minutos, sin volver a mezclar, hasta obtener un caramelo dorado. Poner un cazo al fuego con la nata y templarla; incorporarla a la preparación anterior. Repartir el toffee en la bandeja de hielo y congelar unas 2 horas. Precalentar el horno a 180º. Batir la mantequilla ablandada con 140 g de azúcar hasta que esté cremosa. Cascar los huevos y añadirlos, de uno en uno y sin dejar de batir. Incorporar la harina tamizada con la levadura, y remover hasta obtener una masa homogénea. Agregar la vainilla y mezclar. Repartir la masa en moldecitos de silicona, llenándolos hasta la mitad. Introducir 1 cubito de toffee y terminar de rellenarlos hasta dos tercios de su capacidad. Hornear los bizcochitos de 25 a 30 minutos. Retirarlos y dejar enfriar antes de desmoldarlos. Espolvorearlos con el azúcar restante y servir.