Hay muchas maneras de preparar una tarta de queso , la favorita de mucha gente, algunas hay que hornearlas como la tarta La Viña o la New York cheesecake que hemos preparado anteriormente. Esta vez presentamos una tarta de queso facilísima de hacer (de hecho, la más fácil de todas) y que ni siquiera necesita horno, queda deliciosa y no tiene nada que envidiar a otras más elaboradas. Los ingredientes son muy sencillos, seguro que los tienes en casa, solo tenemos que hacernos con unos frutos rojos (frescos o congelados) para decorar , aunque es totalmente opcional, si usamos solo una mermelada de fresas, frambuesas o arándanos quedará igualmente deliciosa. Una propuesta perfecta para amantes de las tartas de queso que no quieran complicarse demasiado en la cocina. ¡No te pierdas la receta! Consejos para hacer tarta de queso sin horno Podemos prepararla en un molde grande y tener la tarta con su forma tradicional o hacer una versión de mini tartas individuales usando vasos o tarritos de cristal, que lucen muchísimo en la mesa. Si tu molde no es de silicona, forra el fondo con papel vegetal y engrasa las paredes con mantequilla para que te resulte más fácil desmoldar. También son muy prácticos los moldes desmontables. Calienta 30 segundos la mermelada en el microondas para que se haga más líquida y te resulte más fácil extenderla sobre la tarta o mézclala con un poco de agua. Si quieres que la capa de mermelada quede más compacta, solo tienes que añadirle 1 hoja de gelatina cuando la tengas caliente. En lugar de cuajada, puedes usar gelatina en hojas para dar consistencia a la crema de queso. Deberás hidratarla primero en agua tibia y luego, escurrirla para añadirla a la mezcla de queso, nata y leche caliente. Si prefieres puedes usar frutos rojos congelados. Si los usas frescos, puedes congelar los que te sobren para utilizarlos en otra receta.