La cena más saludable: calabacín y patatas con pesto de albahaca y almendras

Puede ser un entrante ligero o una cenita rápida y rica, que seguro que querrás repetir porque además de saludable, la salsa le da un toque de sabor riquísimo.

Dani Muntaner
Dani Muntaner
Cocinero

PATATAS CON CALABACÍN Y SALSA DE ALBAHACA.

PATATAS CON CALABACÍN Y SALSA DE ALBAHACA.

Cocina Fácil / RBA / JORDI GARCÍA
4 personas
20 min
230 Cal

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Dieta:

Baja en calorías

Mediterránea

vegana

Vegetariana

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Al vapor

Olla exprés

Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten
Sin lactosa

Hay días en los que el cuerpo te pide algo sencillo, vegetal, fresco. No hablamos solo de una ensalada improvisada, sino de un plato con intención. Estas patatas con calabacín y salsa de albahaca son justo eso: una combinación vegana y sin gluten, tan fácil de preparar como sabrosa, que se convierte en una entrada ideal o en una guarnición vistosa para tus platos principales.

A mí me gusta tener esta receta como comodín cuando vienen amigos a casa y alguno dice: "yo ahora estoy comiendo más ligero". No falla. El aroma a albahaca, el punto crujiente de la cebolleta en juliana y ese fondo suave de patata y calabacín hacen que todos repitan, incluso los más carnívoros del grupo.

Además, tiene ese aire de receta cuidada sin ser complicada. Basta con un par de buenos ingredientes, un toque de vapor, y una salsa triturada en el mortero o con una batidora de mano. La clave está en servirla tibia, no caliente, y con la salsa recién hecha. Vamos a por ella.

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Ingredientes paraLa cena más saludable: calabacín y patatas con pesto de albahaca y almendras

  • 3 patatas
  • 2 cebolletas
  • 2 calabacines medianos
  • 24 hojas de albahaca
  • 1 cucharada de almendras peladas
  • 1 diente de ajo
  • 6 cucharadas de aceite de oliva
  • pimienta negra
  • sal

1. Cuece al punto

Pela las patatas, córtalas en dados medianos y cuécelas en una olla rápida con agua salada durante 4 minutos desde que sube la válvula. Escúrrelas con cuidado, reservando un poco del agua de cocción para más adelante.

2. Cocina el calabacín y la cebolleta

Lava los calabacines, córtalos también en dados y cuécelos al vapor durante unos 4-5 minutos, lo justo para que estén tiernos pero mantengan su forma. Limpia las cebolletas y córtalas en juliana muy fina, casi transparente.

3. Prepara la salsa

Pica las almendras y májalas en un mortero junto a la albahaca y el ajo pelado. Añade el aceite poco a poco, como si hicieras una vinagreta, y luego incorpora unas cucharadas del agua de cocción que habías reservado. Salpimienta al gusto. La textura debe ser cremosa y ligera.

4. Monta y presenta

Mezcla en un bol las patatas, el calabacín y la cebolleta. Distribuye en platos o cuencos bonitos y riega con la salsa de albahaca justo antes de servir. Puedes terminar con unas hojitas de albahaca fresca por encima para dar color.

El truco

Si en lugar de almendras, usas piñones y añades parmesano rallado, tendrás un pesto tradicional.

Este tipo de recetas me recuerdan a los platos de aprovechamiento de toda la vida, donde con cuatro cosas bien combinadas podías montar una comida redonda. Patatas, calabacín, un poco de verde y un aliño potente,nno hace falta más. Si tienes invitados, puedes presentarla en vasitos individuales o sobre tostas crujientes y se transforma en un entrante elegante. Y si estás solo en casa, es de esas preparaciones que te reconcilian con el tupper del día siguiente.

Variaciones sencillas para hacerla aún más tuya

Este plato admite versiones muy interesantes. Si quieres un toque más mediterráneo, añade unas aceitunas negras troceadas o unas alcaparras. Si buscas algo más saciante, puedes espolvorear un poco de parmesano rallado por encima (aunque ya no será vegano, claro). También queda de maravilla si usas boniato en lugar de patata: dulzón y con más fibra.

Y si no tienes albahaca, puedes sustituirla por perejil o por espinacas baby, incluso por rúcula para un toque más picante. El resultado cambia, pero sigue funcionando.

Otra forma clásica de unir calabacín y patata es en forma de tortilla, que además puedes enriquecer con piquillos:

Un plato sencillo con mucho estilo

Lo mejor de estas patatas con calabacín y salsa de albahaca es que parecen más sofisticadas de lo que realmente son. Y eso siempre suma, sobre todo cuando queremos servir algo ligero pero con presencia. No necesitas ingredientes raros ni técnicas complejas, solo ganas de cocinar bien.

Pruébala y sorpréndete

Anímate a probar esta receta en tu próxima comida o cena. Sirve como entrante, como acompañamiento de un pescado a la plancha o como plato único si le añades unos garbanzos cocidos. Es sana, ligera, colorida y muy sabrosa. Y lo mejor, se prepara en menos de media hora. ¿Quién da más?

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