Pela y ralla bien fino el jengibre y mézclalo luego con el zumo de manzana, el sirope y el vinagre para lograr un concentrado. Si dejas macerar este concentrado unos días adquirirá un sabor más intenso. Agrega poco a poco el agua con gas y sirve. Puedes añadir cubitos de hielo, si te gusta bien frío.