Este dulce, que ya se hacía en la Edad Media, debe su nombre en todos los idiomas al color de sus ingredientes: manjar blanco, 'biancomangiare'... Aunque en Argentina, por ejemplo se llama así también al dulce de leche. En nuestra receta hemos utilizado leche de almendras, aromatizada con cáscara de limón, y harina de maíz. Y, para la decoración, pistachos y grosellas. ¡Pruébalo si no lo conoces, te encantará! Verter la leche en un cazo y añadir la cáscara de limón lavada. Llevarla a ebullición y retirar esta última. Disponer la maicena en un cuenco y añadir la leche, poco a poco y sin dejar de batir con varillas manuales. Agregar el azúcar, pasar la crema al cazo y ponerla de nuevo a fuego suave. Cocerla 8 o 10 minutos, removiendo continuamente con una cuchara de madera, siempre en la misma dirección; se debe obtener una crema espesa y homogénea. Verterla en moldes individuales, esperar a que se enfríe y dejarla en la nevera unas 3 horas, hasta que esté bien cuajada. Lavar las grosellas. Escaldar los pistachos unos segundos en agua hirviendo, refrescarlos inmediatamente en agua helada, repelarlos y secarlos. Trocearlos ligeramente con un cuchillo. Desmoldar los 'biancomangiare' en platos de postre y servirlos decorados con las grosellas y los pistachos. Otros postres que puedes hacer con leche de almendras: