Lava la corteza de naranja y de limón, y sécalas. Disponlas en un cazo con la rama de canela y vierte la mitad de la leche. Llévala a ebullición, cuece a fuego suave durante 5 minutos, retira y cuela. Disuelve la maicena en la leche restante, agrega 100 g de azúcar y vierte esta mezcla en el cazo con la leche caliente. Mezcla bien y cuece unos 8 minutos, a fuego suave y removiendo constantemente. Unta con aceite una fuente cuadrada de paredes bajas y vierte la preparación anterior. Deja enfriar y reserva unas 4 horas en la nevera, hasta que se endurezca. Vuélcala sobre una tabla y córtala en cuadrados. Calienta abundante aceite en una sartén honda. Pasa los cuadrados de leche primero por harina y, a continuación, por huevo batido. Fríelos en el aceite, por tandas, hasta que se doren por todos los lados. Escúrrelos sobre papel absorbente y espolvoréalos con canela molida y el azúcar restante. Déjalos enfriar y sirve.