Leche frita a la antigua, la receta de la abuela, original y fácil

La leche frita es uno de esos postres de la abuela que no pueden pasar de moda. Al menos, en Cocina Fácil vamos a poner todo de nuestra parte para que esta receta tan tradicional no se pierda nunca. Por eso hoy te traemos nuestra mejor receta de leche frita. Bueno, en realidad no es nuestra. Es la receta de la abuela, la más auténtica, la tradicional, la de toda la vida. O, como te decimos en el titular, la receta a la antigua.

No se tienen datos concretos acerca del nacimiento de esta receta, ni tampoco se sabe a ciencia cierta quién la inventó, aunque todos los estudios confirman que se trata de una elaboración de origen medieval (o incluso anterior).

Hay teorías que aseguran que la leche frita nació en los conventos, donde las monjas solían preparar toda clase de dulces y repostería casera con los ingredientes sencillos que tenían a mano, básicamente leche, azúcar, harina y huevos.

Y aunque hoy en día la leche frita se consume durante todo el año (especialmente en los momentos más fríos como otoño e invierno), en origen era un postre típico de Semana Santa y Cuaresma. 

Elaborada a base de leche, aromatizada y cocinada con harina y azúcar, la mezcla debe dejarse enfriar para que adquiera consistencia y se solidifique, y es entonces cuando se corta en trozos, se reboza en harina y en huevo batido y luego se fríe en aceite bien caliente. Por fuera queda ligeramente crujiente y, por dentro, melosa y cremosa, se deshace en la boca. Una auténtica delicia dulce.

En mi casa, además, solemos bañar la leche frita en anís y luego lo flambeamos, para que el alcohol se evapore y quede solo el sabor del licor de anís.