Aver, en Cocina Fácil somos fans de las recetas tradicionales, ya lo sabes. Y si hablamos de albóndigas, pues tenemos muchísimas recetas de albóndigas de la abuela, albóndigas en salsa, albóndigas con tomate... con las que vas a triunfar sí o sí.
Pero también nos gusta innovar, y probar recetas nuevas. Si alguna vez has hecho una parada estratégica en Ikea solo por probar sus famosas albóndigas suecas, no estás solo. Ese plato que parece tan sencillo, con su salsa suave y envolvente, tiene algo que engancha. Y ahora, gracias a Pablo Suárez, cocinero y creador del perfil @poesiadefogon en Instagram, sabemos cómo hacerlas en casa sin que nos tiemble el pulso.
Pablo lo dice claro: “Preparar las albóndigas del Ikea es más fácil de lo que piensas”. Su versión casera, de las köttbullar originales, nos enseña que el secreto no solo está en la carne bien sazonada, sino en una salsa que se derrite en la boca. ¿La clave? Jugar bien con los lácteos. Tanto la leche, que se incorpora a la mezcla de carne, como la nata, que da ese toque untuoso a la salsa, son esenciales para lograr el resultado de diez.
El truco del cocinero: la leche y la nata como ingredientes estrella
La receta empieza como cualquier otra albóndiga, pero pronto se distingue por detalles que marcan la diferencia. “Hay que añadir leche a la mezcla de carne y pan rallado para que las albóndigas queden jugosas por dentro”, explica Pablo. No es un simple gesto: la leche hidrata el pan y aporta ternura a la masa, haciendo que el interior no se reseque al cocinarse.
Pero si la leche es importante, la nata lo es aún más. Es la reina de la salsa y la responsable de ese sabor cremoso que tanto recuerda a la del famoso plato sueco. “Cuando incorporamos la nata al caldo, junto con la mostaza y la salsa inglesa, la mezcla se vuelve una bomba de sabor. Cremosa, suave, potente, sin ser pesada”, añade.
Albóndigas köttbullar
Para 4 personas
Ingredientes
- 300 g de carne picada de cerdo
- 350 g de carne picada de ternera
- 1 cebolla muy picada o rallada
- 3 dientes de ajo rallados
- 80 g de pan rallado
- 80 ml de leche
- 1 huevo
- Sal y pimienta negra al gusto
- ½ cucharadita de nuez moscada
- 700 ml de caldo de carne
- 200 ml de nata para cocinar
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina
- 1 cucharadita de mostaza
- 1 cucharada de salsa inglesa (Perrins o Worcestershire)
Paso a paso para unas albóndigas de diez
Prepara la mezcla de carne
En un bol grande, junta la carne de cerdo y ternera con la cebolla, el ajo, el pan rallado, la leche, el huevo, sal, pimienta y nuez moscada. Mezcla bien hasta tener una masa compacta que no se deshaga.
Forma las albóndigas
Con las manos un poco untadas en aceite, haz bolitas del tamaño de una nuez. Deben estar bien cerradas, sin grietas.
Dóralas
En una cazuela amplia con aceite de oliva, fríelas hasta que estén doradas por todos los lados. Retira y reserva. El aceite donde se han hecho es oro líquido, no lo tires del todo.
Prepara el roux
Quita parte del aceite, deja solo un poco, añade la mantequilla y, cuando se funda, incorpora la harina. Remueve un minuto para formar una pasta.
Haz la salsa
Añade el caldo poco a poco, removiendo con varillas. Cuando empiece a hervir, incorpora la mostaza, la salsa inglesa y, finalmente, la nata. Mezcla bien hasta tener una salsa suave y sedosa.
Vuelve a incorporar las albóndigas
Colócalas de nuevo en la cazuela, deja que se cocinen unos 15 minutos a fuego bajo. Si la salsa espesa demasiado, puedes aligerarla con más caldo.
Sírvelas con puré de patata y salsa
El acompañamiento tradicional sueco no falla. Solo falta una cucharada generosa de salsa por encima y… a disfrutar.
El sabor del norte… en tu cocina
No hace falta viajar a Suecia ni hacer cola en Ikea para darte un capricho con sabor escandinavo. Esta receta de Pablo Suárez te permite recrear en casa un clásico que combina lo reconfortante de unas buenas albóndigas con el toque cremoso de una salsa que enamora. Todo con ingredientes sencillos y sin complicaciones.
Además, es una de esas recetas que se disfrutan más cuando se comparten. Perfecta para una comida de domingo en familia, para sorprender a tu pareja o simplemente para darte un gusto entre semana. Y si te sobra… al día siguiente están incluso mejor.
Cocina casera, con truco y con cariño
En un mundo donde cada vez cocinamos menos, propuestas como esta de Pablo nos reconcilian con los fogones. Te das cuenta de que no necesitas ser chef para hacer platos ricos, solo tener una buena receta, productos de calidad y un truco o dos bajo la manga. En este caso, la leche y la nata hacen magia, y eso se nota desde el primer bocado.