Me pasa con los melocotones. Hace unos años me resultaba sencillo encontrar melocotones de gran calidad y que le gustaran al sibarita de la familia: el niño. Cada año la tarea se complica más y, hoy, son pocas las veces que consigo encontrar melocotones con un sabor que se apruebe en casa (aún recuerdo cuando el niño, con 6 añitos solo, me sugirió congelar los melocotones cuando estaba comiendo uno que le encantó). Y me pasa también con las fresas . No siempre consigo encontrar esos deliciosos bocaditos frutales con el equilibrio perfecto entre el dulzor y la acidez. Además, la tarea de prospección se convierte casi en un trabajo de investigación profunda. ¿Por qué en las tarrinas de plástico la capa superior siempre es la más apetitosa y cuando le das la vuelta, la mitad están para tirarlas o hacer mermelada, a lo sumo? La respuesta es obvia, pero prefiero no contestarla para no contrariarme a mí misma. El caso es que, estando en temporada de fresas, me apetece y me resulta más económico comprar las fresas en caja grande de al menos 1 kilogramo. Pero... ¿Cómo las conservo perfectas si en casa no somos familia numerosa? Pues, fácil. Te lo explico: Pon las fresas en abundante agua fría con una cucharadita de vinagre . Frota para limpiarlas bien. Sécalas bien sobre papel de cocina absorbente y retira las fresas dañadas para evitar que alguna pueda afectar a las demás (en Cocina Fácil tienes un artículo que te explica qué hacer y cómo detectar una fresa en mal estado ) Colócalas en un recipiente forrado con papel de cocina para absorber la humedad y no las amontones demasiado (si hace falta, usa un recipiente más grande). Consérvalas en la parte menos fría del frigorífico , ya que el frío excesivo las puede dañar. Con estos sencillos pasos conservarás tus fresas frescas 5-7 días aproximadamente , y podrás disfrutar de su sabor como el primer día que "entraron" en tu nevera. También puedes congelarlas, pero tienes que tener en cuenta que las fresas congeladas conservarán su sabor, pero no su textura. Estas fresas serán ideales para preparar batidos de frutas, mermeladas o helados, pero no serán la fruta fresca de mesa o de postre. Y para celebrar que a partir de hoy vas a poder conservar tus fresas frescas más tiempo, te propongo una receta que tiene como uno de sus ingredientes principales este dulce bocadito rojo. Milhojas de bizcocho con fresas y nata Milhojas de bizcocho con fresas y nata Para 4 personas Ingredientes 5 huevos 1 yema de huevo 75 gramos de azúcar 1 cucharadita de azúcar avainillado 90 gramos de harina ½ cucharadita de levadura en polvo 500 mililitros de nata para montar 40 gramos de azúcar 250 gramos de fresas Paso a paso Prepara el bizcocho Precalienta el horno a 200º. Casca los huevos en un cuenco, y añade la yema y los dos tipos de azúcar. Bátelos, con varillas eléctricas hasta que doblen su volumen. Incorpora a esta mezcla la harina y la levadura tamizadas, y remueve con una espátula, de arriba abajo, hasta que estén totalmente incorporadas. Hornea el bizcocho Vierte la preparación anterior sobre la placa forrada con papel sulfurizado y extiéndela con una espátula. Cuece el bizcocho entre 12 y 14 minutos, hasta que empiece a dorarse, y retira del horno. Desmolda el bizcocho Coloca otra hoja de papel sulfurizado en la superficie de trabajo y vuelca el bizcocho encima. Despega el papel superior con cuidado y deja enfriar. Corta el bizcocho y monta la nata Corta la placa de bizcocho en tres rectángulos iguales. Coloca la nata en un cuenco y bátela ligeramente con varillas eléctricas; ve añadiendo el azúcar poco a poco, sin dejar de batir, hasta terminar de montarla. Reserva la mitad de la nata para decorar Introduce la mitad de la nata en una manga pastelera con boquilla estriada y reserva en la nevera (será la que usarás para decorar) Rellena las capas de bizcocho Unta los rectángulos de bizcocho con una capa fina de nata y extiéndela con una espátula. Prepara los fresones Lava los fresones, quítales el pedúnculo y las hojitas verdes, y sécalos. Córtalos por la mitad y repártelos sobre dos planchas de bizcocho, de forma que cubran la capa de nata. Acaba de montar la tarta Añade más nata sobre los fresones hasta cubrirlos y repite la operación cubriendo al final con una capa de bizcocho (que ya no cubrirás). Congela ligeramente y decora la tarta Introduce el milhojas en el congelador, durante 1 hora, para que adquiera consistencia. Retira del congelador y recorta los bordes con un cuchillo afilado para que quede mejor acabado (si es necesario). Retira del congelador y cubre la superficie con rosas de nata, con la manga pastelera que tenías en la nevera. Hazlas dibujando una pequeña espiral, desde el centro hacia fuera. Otras recetas con fresas frescas que te van a encantar Semifrío de gelatina de fresa Mousse de fresa Tarta de fresas con nata Tarta de fresas al oporto sin horno Tarta helada de mascarpone y fresas