Belén Casal, experta en cocina: "Estos son los 2 trucos que te sacan de un apuro cuando te olvidas de dejar la mantequilla a temperatura ambiente"

Son muchas las recetas en el que es necesario utilizar la mantequilla en punto pomada. Ideal para realizar bizcochos, masas para hacer galletas u otras elaboraciones dulces, como la crema de mantequilla (un básico en numerosos postres), el secreto de esta mantequilla es que se integra mucho mejor con el resto de ingredientes y hace que las masas sean mucho más fáciles de manejar.

La mantequilla en pomada tiene que estar fría, pero ser maleable y con una textura muy cremosa parecida a una crema o a una pomada, de ahí su nombre. Si está muy derretida o muy sólida no conseguirás el efecto deseado.

Para obtener esta textura simplemente hay que retirar la mantequilla de la nevera y dejarla a temperatura ambiente hasta que adquiera esta consistencia. En verano, solo necesitarás tenerla media hora fuera de la nevera, pero en invierno, con el frío, cuesta muchísimo más.

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También puede suceder, a mí me ha pasado (¡y en más de una ocasión!), que no nos acordemos de sacar la mantequilla de la nevera y, en el momento de utilizarla, esté dura como una piedra. ¿Qué hacer para conseguir la textura en pomada rápidamente? Pues la experta cocinera Belén Casal nos trae dos trucos, superefectivos, que te van a ayudar muchísimo.

1. Córtala en daditos, colócala en el microondas, en la función “descongelar” y déjala solo 30 segundos. "No la dejes más tiempo porque se puede fundir demasiado y quedar derretida" afirma Belén.
2. Rállala en un rallador de agujeros grandes. Así la tendrás lista en pocos segundos.

Luego, tanto en un caso como en el otro, Belén explica: "Solo te quedará trabajarla un poco con un tenedor o una espátula para que se forme la crema".

Un truco extra de la experta: "Si tu mantequilla ha quedado muy derretida, simplemente bátela un poco con un tenedor y deja que se enfríe. Poco a poco, irá adquiriendo la textura deseada. No la dejes mucho tiempo porque puede volver a solidificarse".

Una receta para triunfar

Y ahora que ya sabes cómo conseguir tu mantequilla en pomada en pocos segundos, aquí tienes una receta para experimentar. Se trata de unas galletas de mantequilla. Elaboradas con muy pocos ingredientes, estas galletas son sencillísimas de hacer.

Si tienes niños en casa, te recomiendo que te apuntes esta receta y, un día que quieras pasar un rato divertido, la hagas con ellos. Os lo pasaréis muy bien. Y, luego, os las podréis comer a la hora del desayuno o de la merienda. Incluso, una vez frías, las podéis poner en cajitas o bolsitas y regalar a las abuelas. Quedarán encantadas.

Más ideas para disfrutar

Si esta receta te ha gustado y te apetece descubrir más propuestas dulces, no te pierdas, las galletas de mantequilla y chocolate en forma de espiral, una receta de la abuela, o los bocaditos de naranja con base de galleta de mantequilla, un caprichito dulce, con un delicioso sabor a naranja, que te hará quedar muy bien en una comida especial. Y si te encanta elaborar pasteles, fíjate en la tarta de moka y almendras. Tiene una presentación espectacular.