Ensalada tibia de judías verdes con patatas, rabanitos y tomate

Una elaboración muy sencilla

Muy saludable, deliciosa y económica, la realización de esta receta es tan sencilla que incluso las personas con poca experiencia en la cocina la podrán hacer sin problemas. Solo hay que cocer las patatas y las judías verdes por separado. Dejarlas enfriar hasta que estén tibias y mezclarlas con el resto de ingredientes. Así de fácil.

Para elaborar esta receta hemos optado por unas patatas tipo baby, que darán un toque más bonito y elegante a la ensalada. Procura que todas sean del mismo tamaño. Así se cocerán al mismo tiempo. Y si están muy sucias de tierra, lávalas bien bajo el agua y utiliza un cepillito de cocina.

Una vez en el fuego, déjalas solo el tiempo que te indicamos en la receta. Es importante no pasarse con la cocción para que no se deshagan. Una manera sencilla de saber si están cocidas, es pincharlas con la punta del cuchillo. Si entra con suavidad, ya las puedes retirar.

Sobre las judías verdes, para poder apreciar su sabor y su textura, procura que queden tiernas, pero al dente. Así que debes respetar el tiempo de cocción de nuestra receta. Hemos optado por unas judías verdes cilíndricas o redondas, pero también las puedes usar planas. En este caso, para un efecto más bonito, córtalas en tiritas.

Consejos para la ensalada tibia de judías verdes con patatas

• Esta ensalada se puede hacer con patatas grandes, pero, al cocerlas, ten presente que deberás aumentar el tiempo de cocción.
• Para darle un toque suave de ajo, frota con un diente en el interior de cada bol antes de servir en ellos la ensalada. También puedes aromatizar la ensalada con unas hierbas aromáticas a tu gusto.
• Incorpora unos frutos secos (nueces, almendras, anacardos…) finamente picados al aliño de aceite, vinagre de Jerez y sal. Agita bien para que se integren. También puedes optar por unas pipas de girasol o de calabaza.
• Los quesos siempre quedan bien en las ensaladas y, en esta de patata y judías verdes, también. Puedes optar por un queso fresco, para una combinación más suave, o por un manchego curado o un Roquefort, para jugar con su intensidad.
• Por otro lado, puedes agregar atún en conserva o unos daditos de salmón ahumado o marinado. Y si te gusta el jamón curado, no dudes en añadirlo. Eso sí, antes de incorporarlo, saltéalo durante unos minutos en una sartén.
• En lugar de hervir las patatas y las judías verdes, las puedes cocer al vapor. Con este método los alimentos conservan todas sus propiedades y sabores originales. Verás qué ricas quedan.