Callos, la receta clásica de la abuela

¿Cuánto hace que no comes unos callos bien guisaditos como los que hacía tu madre o tu abuela? Mira en nuestra receta cómo hacerlos.

Callos guisados
Istock
4 personas
70 min

4

(10 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Guisado

Precio:

€ €

Dificultad:

fácil

Auténtico tesoro de nuestra gastronomía más popular, los callos son, dentro de las recetas de casquería, uno de los más consumidos. Tanto es así que son muchas las tabernas, bares o restaurantes de nuestro país que los tienen en su carta.

De sabor potente y textura gelatinosa, son de esos platos de cuchara (o de tenedor) que cocinaban las abuelas con mucho mimo y paciencia y que, gracias a ellas, han llegado a nuestros días.

Si te encantaban los callos que hacía tu abuela (o tu madre) o los que comías en el bar de la esquina, pero no los preparas porque te parecen difíciles de realizar, aquí tienes una receta clásica que, además de fácil, está de rechupete.

Su elaboración es lenta, eso sí, porque para que esta carne quede tierna necesitarás cocinarla durante 1 hora por lo menos, pero no es complicada. Además, una vez pruebes tus callos, quedarás entusiasmada. ¡Se convertirán en un clásico de tus recetas de tapeo! Y, sobre todo, una vez en la mesa, no te olvides de acompañarlos con unas rebanadas de pan. Y es que la salsita que queda en el plato, no tiene desperdicio.

Además de los callos, hay otros productos de casquería que puedes incorporar a tus menús familiares. No te pierdas, por ejemplo, las manitas de cerdo glaseadas con verduras al horno, la asadurilla de cordero encebollada o las originales madejas aragonesas, una tapa deliciosa hecha con los intestinos el cordero.

También puedes preparar las carrilleras de cerdo al horno con verduras, un guiso de la abuela de lo más sabroso. Cabe señalar que, aunque muchas personas piensan que las carrilleras no son productos de casquería, también lo son. Provienen de la parte de las mejillas del cerdo o de la ternera y, si se hacen sin prisas, quedan espectaculares.

 

 

Ingredientes paraCallos, la receta clásica de la abuela

  • 250 gramos de callos
  • 150 gramos de chorizo
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 3 ñoras
  • unas hojas de laurel
  • 1 vaso de vino blanco
  • unas hebras de azatrán
  • Pimienta y pimentón
  • 4 cucharadas de tomate frito
  • Aceite de oliva

1. Corta la cebolla

Pela y trocea la cebolla, pela los dientes de ajo, y corta en rodajas el chorizo.

2. Prepara el sofrito

Fríe las rebanadas de pan en aceite caliente y luego déjalo escurrir sobre papel absorbente. Fríe la cebolla y el ajo 2 minutos en el mismo aceite. Agrega las nueces, las ñoras y el laurel. Cocina todo junto un par de minutos.

3. Haz el majado

Retira del sofrito las ñoras y las nueces y colócalas en el mortero junto al pan frito para majarlo hasta obtener una especie de pasta. Calienta un cazo con agua.

4. Agrega los callos

Agrega una cucharada de pimentón al sofrito, remueve con una espátula o cuchara de madera, y agrega los callos a la cazuela. Remueve de nuevo para que los callos tomen el sabor del sofrito, añade una cucharada de azafrán, tomillo y pimienta.

5. Añade el vino y el chorizo

Remueve de nuevo, añade el chorizo y el vino y pon los callos a cocer unos minutos para que el alcohol se evapore. Agrega el tomate frito, el majado y sazona al gusto. Vierte un poco de agua hirviendo y cuece los callos durante 1 hora.

Claves para que estos callos de la abuela queden espectaculares

  • Lo primordial para cocinar unos buenos callos, además de unos ingredientes de calidad, es disponer de tiempo, ya que para que queden bien ricos se necesita una hora de cocción a fuego lento.
  • Antes de ponerte a cocinar, te aconsejamos que los saques de la nevera 20 minutos antes para que estén atemperados y no sufran un cambio brusco de temperatura al ponerlos en la cazuela.
  • El secreto, para preparar los callos siguiendo la receta tradicional y que queden exquisitos, es elaborar, primero un sofrito sustancioso. Deja que la cebolla y los dientes de ajo se vayan cocinando lentamente y, cuando estén pochados, agrega el pimentón, los callos, el azafrán, el tomillo, el chorizo, el vino blanco, el tomate frito, el agua… Y, para completarlo, incorpora una picada hecha con pan frito, ñoras y nueces. Ya verás qué sabor.
  • Si te apetece cocinar callos, pero no quieres estar tanto tiempo en los fogones, puedes usar una olla rápida y reducirás considerablemente el tiempo de cocción.
  • Te aconsejo que hagas los callos de un día para otro. Así todavía estarán más ricos ya que los sabores se habrán intensificado. Una vez fríos, guárdalos enseguida en la nevera.

¿Qué es la casquería?

Cuando hablamos de casquería nos referimos al conjunto de vísceras y otras partes de los animales, como la ternera el cerdo o el cordero, que no se consideran piezas nobles. Además de los órganos internos, como el hígado, el corazón o los pulmones (las carrilleras también se consideran casquería), también incluye otras partes como las manitas, la oreja, la lengua o el estómago (callos). La venta de productos de casquería es, sin lugar a dudas, una manera de aprovechar todas estas partes de los animales.

¿Qué tipo de carne son los callos?

Se trata de los estómagos de vacuno, habitualmente los de la ternera. A la hora de comprarlos deben estar muy frescos y ser de calidad. La casquería debe oler a limpio, a carne fresca, pero nunca a amoníaco. Si huele mal, lo mejor es que no compres la carne y hagas la receta otro día. Respecto a su textura, debe ser firme y elástica. Los callos deben verse húmedos, pero no viscosos o babosos. Ante la duda, lo mejor es acercarse a una casquería o a una carnicería de confianza (y con buena rotación de producto) y dejarse asesorar.

Nada más llegar a casa, debes guardar las piezas inmediatamente en la nevera para que no se estropeen y consumirlas en 1 o 2 días como máximo, ya que es una carne que se deteriora muy fácilmente. Si te surge algún inconveniente y no la vas a consumir, lo mejor es que las congeles. Guarda los callos en una bolsa hermética y te aguantarán hasta 3 meses. Cuando los vayas a usar, deja que se descongelen, poco a poco, en la nevera.

Otras tapas tradicionales

Además de los callos, la cocina más tradicional también tiene otras elaboraciones deliciosas que puedes servir como tapita o platillo de domingo. Una de ellas es nuestra sabrosa tortilla de patata, pero también pues preparar unas patatas bravas, unos calamares a la romana o unas gambas al ajillo.

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