Hay días en los que una receta ligera se convierte en un verdadero lujo. Después de tantas cremas, guisos y platos de cuchara, tan típicos de los meses fríos, se agradece un bocado fresco, sabroso y que no pese . En casa solemos hacer este plato cuando queremos algo distinto, pero sin renunciar a lo de siempre: productos de calidad, bien tratados y con una combinación de sabores que sorprende. Una receta ligera, sabrosa y refrescante. Estos calamares con vinagreta son de esos platos que parecen más elaborados de lo que realmente son. En realidad, no tienen misterio, basta con dejar que los calamares se impregnen de una vinagreta aromática y servirlos con una ensalada de pimientos , granada y huevos de codorniz. El resultado es tan bonito como rico, ideal para cuando tienes invitados pero no quieres complicarte demasiado. Y lo mejor es que es una receta fácil de adaptar a cualquier época del año . Aunque lleva ingredientes de otoño e invierno, como la granada y los pimientos del piquillo, también funciona en verano si se toma fresquita. Una propuesta versátil, equilibrada y, sobre todo, sabrosa. Esta receta es un ejemplo perfecto de cómo con pocos ingredientes y una combinación inteligente se consigue un plato lleno de matices. El dulzor de la granada, la suavidad del huevo de codorniz y el punto picante de la vinagreta convierten a estos calamares en una receta muy completa, con texturas que se complementan y colores que alegran cualquier mesa. Además, es una opción sin gluten y sin lactosa , por lo que es apta para la mayoría de dietas. Y si no tienes huevos de codorniz, puedes usar huevos de gallina cortados en cuartos sin problema. También se puede sustituir el calamar por sepia o incluso gambas si tienes a mano. Lo importante es respetar la idea: un marisco bien tratado, con una vinagreta alegre y una ensalada que le dé vida al plato.