Ricard Camarena y su ensaladilla rusa con patatas ralladas y judías crujientes: “Es una de mis tapas preferidas”

Nuestro chef con estrella Michelín nos da 3 trucos para que tu ensaladilla rusa quede perfecta

Ricard Camarena
Porcelanosa

Hay tapas que nunca pasan de moda y otras que, además, son seña de identidad de todo un país. La ensaladilla rusa, por ejemplo, es uno de esos platos que puedes encontrar en cualquier barra de España, desde los bares más clásicos hasta los restaurantes más sofisticados. Y lo mejor es que cada cual tiene su versión.

El chef valenciano Ricard Camarena, con dos estrellas Michelin y un estilo muy personal basado en el producto de cercanía, lo tiene claro: “Es una de mis tapas preferidas de todas las que hay en España”. Y eso que ha probado muchas. Su versión tiene un punto especial, con algunos detalles que elevan esta receta de toda la vida a otro nivel.

Camarena no solo respeta la esencia tradicional, sino que la mejora con tres trucos que marcan la diferencia. Si los aplicas conseguirás una textura cremosa, un toque crujiente muy especial y un acabado impecable que le va como anillo al dedo. Te lo contamos todo para que puedas replicarla en casa como si fueras un chef profesional.

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Los 3 trucos del chef Ricard Camarena para una ensaladilla de diez

  1. Cuece las patatas y zanahorias con piel. Así no se empapan y conservan su sabor. Luego rállalas para lograr una textura cremosa única.
  2. Ralla en frío. Una vez cocidas y peladas, deja que se enfríen del todo antes de pasarlas por el rallador. Así se integran mejor y no se apelmazan.
  3. Judías verdes crujientes. Escáldalas, enfríalas y añádelas picadas. Aportan una textura diferente y sorprendente que contrasta con la suavidad del resto.
Ingredientes para la ensaladilla rusa de Ricard Camarena
Para 4 personas
Ingredientes

Para las verduras:

  • 500 gramos de patata
  • 250 gramos de zanahoria
  • 125 gramos de judías verdes
  • Agua (cantidad suficiente para cocer)

Para la mezcla:

  • 150 gramos de mayonesa
  • 2 huevos duros
  • 45 gramos de pimiento rojo asado
  • 150 gramos de atún en aceite
  • 75 gramos de aceitunas verdes

Para decorar:

  • Cebollino fresco picado
  • Tostas de pan crujiente
  • Aceite de oliva virgen extra
Paso a paso
  1. Cuece las verduras con piel

    El primer truco de Ricard Camarena es muy sencillo, pero marca la diferencia: cuece las patatas y las zanahorias enteras y con piel. Esto evita que se empapen de agua y conserven mejor su sabor. Como son hortalizas grandes, necesitarás algo más de tiempo de cocción. Estarán listas cuando puedas pincharlas con un cuchillo sin resistencia.

    Una vez cocidas, escúrrelas y deja que enfríen por completo. Después, pélalas con facilidad y pasa tanto la patata como la zanahoria por un rallador grueso. Esta forma de prepararlas es clave, porque le da a la ensaladilla una textura suave y cremosa, muy diferente a la del típico corte en dados.

  2. Añade el punto crujiente

    Mientras las verduras principales se cuecen, aprovecha para picar las judías verdes en trocitos pequeños. Escáldalas durante unos minutos en agua hirviendo con sal y luego pásalas a un bol con agua fría para cortar la cocción. Este paso le dará a tu ensaladilla ese toque crujiente tan original que propone Camarena.

    A continuación, mezcla las tres verduras: patata rallada, zanahoria rallada y judías verdes picadas. Remueve bien y sala al gusto. Ya tienes la base lista para la mezcla final.

  3. Incorpora el resto de ingredientes

    Pica los huevos duros, el pimiento asado, el atún escurrido (reserva un poco para decorar) y las aceitunas verdes. Añade todo al bol con las verduras y mezcla bien con la mayonesa y un poco del aceite del atún, que aportará más sabor.

    No hay que pasarse con la mayonesa: debe quedar jugosa, pero sin que pierda la consistencia. Este equilibrio es otra de las claves de esta receta.

  4. Sirve con estilo y mucho sabor

    Escudilla (sirve con cuchara o manga) la ensaladilla en el plato que más te guste. Decora por encima con un poco más de atún, aceitunas picadas y cebollino fresco. Este detalle le da frescor y un aspecto más vivo, como señala el chef: “Me gusta añadir hierbas que le aporten un poquito de alegría, de vida”.

    Y para rematar, acompaña con tostas de pan crujiente y un chorrito de buen aceite de oliva virgen extra. Una combinación simple y ganadora, que convierte la tapa en un pequeño festín.

Una ensaladilla muy nuestra… pero con el sello de un gran chef

La propuesta de Ricard Camarena demuestra que la ensaladilla rusa no tiene por qué ser aburrida ni previsible. Basta con unos pequeños cambios para conseguir un resultado que seduce desde la primera cucharada. Y no hace falta complicarse la vida: todo parte de ingredientes sencillos y frescos.

Este plato es ideal tanto para una comida informal como para un picoteo elegante. Además, puedes prepararla con antelación y guardarla en frío. Lo importante es que esté bien aliñada y servida con mimo.

Y si te preguntas si merece la pena hacerla así, solo hace falta probarla. Porque como dice el propio Camarena, con una sonrisa que lo dice todo: “Es una de mis tapas preferidas de todas las que hay en España”. ¿Hace falta decir más?