Ni pan rallado, ni panko: el truco que utilizo para hacer rebozados cuando me quedo sin estos ingredientes

A partir de ahora, gracias a este consejo, cuando se te acabe el pan rallado ya no tendrás que salir corriendo al súper para comprar una bolsita.

Milanesa de cerdo con arroz
Cocina Fácil / RBA / XAVIER SOLDEVILA

Seguro que alguna vez te ha pasado (a mí sí, y más de una vez): vas a buscar el pan rallado para hacer un pollo empanado o una milanesa de ternera y… ¡cielos, se ha acabado! Así que no te queda otra que salir volando al súper de la esquina a por una bolsita.

Pues bien, hoy te voy a contar un truco facilísimo que te va a sacar de ese apuro culinario la próxima vez que te encuentres ante esta situación. Es rápido, sencillo y, lo mejor de todo, es que tus rebozados van a tener un toque crujiente delicioso y muy original.

Para preparar tu propio pan rallado casero, solo necesitas unas tostadas duras. Sí, de esas que se han quedado olvidadas en el fondo del armario o del cajón porque ya nadie las quiere. También puedes usar unos bastoncitos de pan o unas galletas saladas que hayan quedado secas. ¿Lista para descubrir el truco?

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Un truco genial

El paso a paso para conseguir tu pan rallado casero es sencillísimo. Ahora te lo explico:

  • Rompe las tostadas, los bastoncitos, los picos o las galletas con las manos y, luego, colócalos en el vaso de la picadora o en un mortero. La clave está en conseguir una textura similar al pan rallado. Puedes dejar un polvo más fino, pero si te gusta un empanado más rústico, deja algunos trozos más gruesos.
  • Prepara dos platitos: uno con huevo batido y, el otro, con la mezcla de pan preparada anteriormente. Salpimienta la carne escogida, pásala, primero por huevo batido y, luego, por el pan rallado improvisado. Para que quede bien adherido, presiona ligeramente por todos los lados con las puntas de los dedos.
  • Vierte aceite de oliva en una sartén y, cuando esté bien caliente, fríe las piezas empanadas hasta que estén doraditas. Si tienes una freidora de aire o airfryer, también puedes usarla.

Propuesta de aprovechamiento

Este truco, además de "salvarte" de un contratiempo culinario, también te ayudará a ahorrar dinero ya que, seguramente, estas tostadas, galletas o bastoncitos, al estar secas, hubieran acabado en la basura. Así les das una segunda oportunidad.

Más ideas para tu pan rallado casero

  • Además de mis sugerencias, también puedes usar biscotes integrales, unos picos con semillas o, incluso, unos kikos, unos pistachos o unos cacahuetes ligeramente triturados. Deja volar tu imaginación.
  • Una vez descubierto este truco, puedes enriquecer la mezcla a tu gusto. Por ejemplo, si quieres que tenga un toque más aromático, agrega alguna hierba que tengas en la despensa. Por ejemplo, el perejil, el orégano, el tomillo o la albahaca quedarán muy bien. También puedes agregar un poco de ajo en polvo, de ají molido o de pimentón.

Consejos para conseguir una fritura deliciosa

  • El pan rallado debe cubrir bien los alimentos. Si queda alguna parte sin rebozar, el aceite penetrará en el producto y el resultado no será el esperado.
  • El aceite de oliva es el mejor para realizar frituras y carnes empanadas ya que soporta mejor las altas temperaturas que los demás. Antes de colocar las piezas, procura que esté caliente, pero no humeante.
  • Si vas a cocinar muchas piezas, hazlo por tandas para que no baje la temperatura y el alimento no retenga demasiado aceite.
  • Finalmente, deja la carne rebozada sobre papel absorbente de cocina para que escurra todo el aceite. Procura no colocar las piezas amontonadas.

Recetas para acompañar tu carne rebozada

Para completar tu carne empanada, puedes preparar unos espaguetis de calabacín con tomatitos y menta. Una propuesta, sana y deliciosa, ideal para cuidar la línea. También lleva queso fresco bajo en grasa.

Otra receta que te encantará por su exquisita combinación de sabores y texturas es la ensalada con judías verdes, brotes de lechuga, ajitos y crujiente de jamón serrano. También puedes decantarte por la ensalada de calabacín y espinacas con queso de cabra y piñones o la ensalada de pera con queso Roquefort, frutos secos y frambuesas.

Y si te apetece descubrir ideas para preparar en verano, no te pierdas la crema de tomate con mozzarella y aceite de albahaca, la vichyssoise fría con crujiente de beicon y huevo duro o el pastel frío de pimientos asados con cebolla caramelizada. Son tres recetas facilísimas y perfectas para degustar cuando suben las temperaturas.