5 heladerías artesanas para quien pase su agosto en Madrid

Sabores de siempre y también nuevos, polos de pura fruta, texturas y toppings sorprendentes… La variedad de helados no deja de crecer. Si visitas o te quedas en Madrid este verano, puedes combatir el calor en alguna de estas 5 heladerías artesanas.

Los Alpes, la más antigua de Madrid

Esta histórica heladería nació de la mano de Pedro Marchi de Bagni y Marcelina Ladero, dos italianos que fundaron Los Alpes en 1950 tras haber recorrido numerosos puntos de España. El carrito de la puerta, las huellas de los antiguos campeonatos de ajedrez que se organizaban en el local y a su empeño por la elaboración artesana son tres pruebas del respeto que han profesado las generaciones siguientes a la tradición de este establecimiento.

De entre lo más demandado, el helado de crema catalana y los sorbetes de frutas naturales. En Semana Santa, su helado de torrija al ron con costra de caramelo arrasa entre los madrileños.

La heladería Sienna, evolución artesanal

Es también una de las heladerías más antiguas de Madrid. Su fundador Pedro Ritella abrió la primera tienda en la capital hace más de 40 años y ahora es su hijo Miguel Ángel Lanese quien se hace cargo. En su carta, más de 30 sabores, entre ellos el bautizado como "Ábrete Sésamo", con crema de sésamo tostado, chocolate crujiente y pepitas de sésamo caramelizadas.

El goloso encuentra hasta cinco tipos de conos diferentes, tarrinas, copas de helado y todo tipo de meriendas con opciones veganas, sin gluten o sin lactosa.

Lolo, los polos de siempre

Las fundadoras de Lolo pasaron su infancia en Tanzania, en un entorno natural y sostenible donde crecieron viendo a su madre emplear heladeras de madera. Tras viajar por medio mundo, dejaron sus carreras para crear la primera marca de polos artesanos de Madrid.

Su colorida tienda en Malasaña brinda un abanico de sabores con base de fruta fresca de temporada, triturada y sin aditivos. Pepino con violetas, arándanos con limón y yogur o tarta de queso con maracuyá son algunas de sus especialidades, las cuales además envían a domicilio. No te asustes si encuentras cola, es difícil resistirse a un "lolo".

Kalúa, sabores italo-argentinos

El surtido de helados de Kalúa convierte la tarea de elegir el sabor en algo complicado. La casa argentina con fundador italiano cuenta ya con siete locales repartidos por toda España, incluido Madrid, concretamente en la calle Fuencarral.

El secreto de estos helados proviene de su elaboración diaria, el uso de productos con denominación de origen y una materia prima fresca trabajada de forma completamente artesanal. Mascarpone con dulce de leche o milhojas de turrón son algunos de los 40 sabores que ofrece Kalúa en su carta y que dejan al cliente relamiéndose con la cremosidad de su textura.

Mistura Ice Cream, toppings y leche fresca

Empezaron en 2013 y desde entonces su producción es completamente artesana. La base es siempre la misma: leche fresca y nata. A partir de ahí se preparan los ingredientes que darán sabor a cada helado por separado y se mezclan con la base.

Ya el cliente tendrá la oportunidad final de añadir el topping que desee, para que, sobre una encimera de piedra a menos 20ºC, se incorpore a la mezcla y con ayuda de unas espátulas los sabores se integren y envuelvan sobre la textura cremosa que tanto caracteriza a esta heladería artesanal.

Además de helados, Mistura tiene una carta extensa de sorbetes y repostería de la que presume por ser casera y original en sus recetas.