Flan de limón casero: fácil, sin horno y en menos de media hora, el postre fresco y delicioso que nunca falla

Tan sencillo que lo harás una y otra vez. Sin horno y con ese punto cítrico que lo convierte en un éxito asegurado. Este flan de limón es una pura delicia.

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Cocina Fácil / RBA / Irene Requena

Flan de limón sin horno
Cocina Fácil / RBA / Irene Requena
4 personas
30 min

4

(56 votos)

Temporada:

Verano

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Preparación con antelación

El limón es uno de esos ingredientes que siempre da juego en la cocina, sobre todo en repostería. Su sabor combina de maravilla en infinidad de postres caseros, como esta mousse de limón, el original tiramisú de limón o incluso una tarta de limón y leche condensada sin horno, ideal para el verano. Hoy te traemos una propuesta distinta pero igual de deliciosa, un postre fácil y rápido que no se resiste ni a los reposteros más novatos. Se trata de un flan de limón sin horno, con textura cremosa, aroma cítrico y un toque dulce que lo convierte en el postre perfecto para cualquier comida. 

Este flan es una de esas recetas que parece mucho más elaborada de lo que realmente es. No necesita horno, se prepara en pocos pasos y no requiere ninguna técnica más allá de mezclar y batir. El resultado es tan rico que se convertirá en un imprescindible en tu recetario de verano. ¿Lo mejor? Que puedes dejarlo hecho con antelación y tenerlo listo cuando lleguen tus invitados.

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Ingredientes paraFlan de limón casero: fácil, sin horno y en menos de media hora, el postre fresco y delicioso que nunca falla

  • Para el caramelo
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de agua
  • Zumo de limón
  • Para el flan
  • 200 mililitros de agua
  • 100 mililitros de zumo de limón
  • 150 gramos de leche condensada
  • 2 sobres de gelatina de limón
  • 500 mililitros de nata para montar fría
  • 40 gramos de azúcar glas
  • 1 cucharadita de azúcar vainillado

1. Prepara el caramelo

Pincela el interior del molde con aceite para que sea más fácil desmoldar el flan. En un cazo pon el azúcar, el agua y unas gotas de zumo de limón. Deja que se cocine a fuego medio sin remover, hasta que adquiera ese tono dorado característico. Una vez listo, retíralo rápidamente del fuego y viértelo con cuidado en el fondo del molde, repartiéndolo bien.

2. Disuelve la gelatina

Mientras el caramelo se enfría, calienta en un cazo el agua junto con el zumo de limón. Cuando comience a hervir, incorpora los dos sobres de gelatina y remueve bien hasta que se disuelvan por completo. Vierte esta mezcla en un bol grande, añade la leche condensada y remueve hasta integrar todo. Deja templar unos minutos.

3. Bate la nata

En otro recipiente, vierte la nata bien fría. Bate a velocidad baja y, cuando empiece a espumar, añade el azúcar glas y el azúcar vainillado. Aumenta poco a poco la velocidad hasta conseguir una nata semimontada, es decir, con cuerpo pero aún cremosa y suave, no completamente firme.

4. Une las mezclas

Incorpora poco a poco la mezcla de limón y leche condensada a la nata semimontada. Hazlo con movimientos envolventes o con la batidora a velocidad baja para evitar que la mezcla pierda aire. Cuando tengas una crema homogénea, viértela sobre el caramelo en el molde.

5. Refrigera y sirve

Lleva el molde a la nevera y deja que el flan repose durante al menos 6 horas, aunque lo ideal sería dejarlo de un día para otro. Una vez bien cuajado, desmóldalo con cuidado y decóralo con unas rodajas de limón y unas hojitas de menta fresca si quieres darle un toque más vistoso.

El truco

Cuanto más tiempo de reposo lo dejes en la nevera enfriando, mejor quedará.

Consejos para que siempre te salga perfecto 

  • ¿Caramelo casero o comprado? Puedes usar caramelo líquido comercial si tienes prisa, pero prepararlo en casa es rápido y queda mucho mejor.
  • Personalízalo a tu gusto: Si quieres variar, puedes añadir un poco de ralladura de la cáscara de limón, limpia y seca, para potenciar el aroma o incluso unas cucharadas de yogur griego para hacerlo más cremoso.
  • Para un extra de frescor y color, puedes acompañarlo con unas frutas rojas o un coulis de frutas.

Este flan de limón sin horno tiene todas las papeletas para convertirse en uno de tus postres estrella. Refrescante, fácil y con la combinación perfecta entre dulce y ácido que lo hace irresistible. ¡Y sin encender el horno!

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