Hay recetas que no necesitan grandes aspavientos para ganarse a los comensales. Basta con sacar una bandeja de bocadillitos como estos en una reunión familiar… y ver cómo desaparecen uno tras otro. Las mediasnoches vegetales son ese clásico que, sin pretenderlo, se convierte en lo más aplaudido de la mesa . En casa siempre las hemos llamado “bocaditos de fiesta”. Mi madre los preparaba con lo que tuviera a mano, pero esta versión con bonito, tomate, huevo duro y mayonesa tiene el equilibrio perfecto entre sabor y frescura . La lechuga les da un punto crujiente, el limón un toque cítrico muy alegre y el pan blandito lo une todo con un toque que hace que el conjunto tenga sentido. Además, se pueden dejar hechos con antelación , no requieren cubiertos, no manchan y se comen en dos bocados. Vamos, que son un comodín infalible para cenas desenfadadas, picoteos de domingo o reuniones de última hora. Y por supuesto, si hay niños en casa, van a arrasar. Este tipo de bocadillitos tiene algo que los hace irresistibles. Puede que sea el punto suave del pan, el sabor familiar del relleno o esa mezcla perfecta entre frescor y cremosidad. En cualquier caso, lo mejor de todo es que se preparan sin esfuerzo, no requieren ingredientes caros ni técnicas complicadas y siempre tienen ese punto casero tan bueno. Además, son perfectas para versionar, puedes añadir maíz, sustituir el bonito por pollo desmigado, o incluso convertirlas en una opción vegana con tofu, aguacate y mayonesa sin huevo. También puedes hacerlas en tamaño mini para cócteles, o con pan brioche para darles un aire más sofisticado. Y si quieres ir un paso más allá, acompáñalas con unas patatas chips caseras , unos pepinillos o unas aceitunas, y ya tienes una merienda completa o un tentempié de campeonato . Pocas cosas tan simples dan tanto juego. Así que ya sabes: si buscas una receta sencilla, resultona y apta para todos los públicos, estas mediasnoches vegetales van a sacarte de más de un apuro . Son frescas, sabrosas, se pueden preparar con antelación y lo mejor: gustan a todo el mundo. No hace falta complicarse para acertar.