Cascar los huevos en el vaso de la batidora y triturarlos con la harina tamizada, 1 pizca de sal, 125 ml de agua, la leche y la mitad de la mantequilla fundida. Dejar esta masa en la nevera un mínimo de 1 hora. Limpiar las espinacas, lavarlas y cocerlas con agua salada durante 4 o 5 minutos. Escurrirlas y picarlas. Dividir la masa en 3 partes iguales. Mezclar una con 150 g de espinacas, agregar a la segunda la salsa de tomate y añadir las finas hierbas a la tercera. Engrasar con el resto de mantequilla una sartén antiadherente pequeña puesta al fuego. Verter 1 cacillo de una de las mezclas y cocerla hasta que salgan burbujitas en la superficie. Darle la vuelta a la crepe y hacerla por el otro lado. Retirarla y repetir el proceso hasta agotar las 3 papillas. Calentar 2 vasitos de nata con el queso, el jamón picado y el resto de las espinacas. Salpimentar y cocer 2 minutos. Rellenar las crepes con la mezcla, doblarlas en abanico y servirlas.