La tortilla de patatas es uno de esos platos que abren debates. Uno de los más intensos: ¿con cebolla o sin cebolla? Blanca Romero lo tiene clarísimo. La actriz y presentadora asturiana se ha mojado y ha declarado en un 'gastro test' de Telecinco que, para ella, “la tortilla de patatas real es sin cebolla”. Blanca confiesa también que si hay un alimento sin el que no puede vivir es la patata, que no le gusta el bacalao y que el plato que más le recuerda a su infancia es la menestra de verduras.
Si eres de los que no pueden vivir sin una buena tortilla jugosa, puedes probar esta deliciosa tortilla de patatas y cebolla, o si te apetece innovar, atrévete con una tortilla de patatas con pulpo y mayonesa de piquillos, una más sabrosa aún con beicon, jamón y queso o la tortilla campera de patata, cebolla, calabacín y piquillos.
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En su casa, Blanca lo tiene claro y apuesta por la cocina tradicional, sencilla y de sabor auténtico. Y eso se nota en sus elecciones: ama el picante, no falta salsa en su despensa, y si tiene que elegir un plato de siempre, recuerda con cariño la menestra de verduras que preparaba su abuela. Eso sí, si hay tortilla, que sea sin cebolla.
Y tú, ¿de qué equipo eres?
Con cebolla o sin ella, la tortilla de patatas sigue siendo un símbolo de nuestra cocina. Esta versión, sencilla y tradicional, es perfecta para quienes buscan el sabor auténtico de siempre. ¿Te animas a prepararla y comprobar si menos es más?
Tortilla de patatas sin cebolla
Para 4 personas
Ingredientes
- 6 huevos
- 6 patatas
- Aceite de oliva
- Sal
Paso a paso
Pela y corta las patatas
Empieza pelando las patatas. Una vez listas, enjuágalas bajo el grifo para eliminar el exceso de almidón y luego córtalas en rodajas finas, procurando que todas tengan un grosor parecido para que se cocinen por igual.
Cocina las patatas
Pon una sartén profunda al fuego con abundante aceite de oliva y caliéntalo a unos 145 °C. Cuando esté caliente, incorpora las patatas. Cocínalas lentamente, a fuego muy suave, para que se ablanden sin llegar a dorarse.
Escurre el exceso de aceite
Cuando notes que las patatas están blandas y hechas, retíralas de la sartén utilizando una espumadera y colócalas en un colador o sobre papel de cocina. Añade sal al gusto y deja que escurran bien el aceite sobrante.
Bate los huevos y mezcla con las patatas
En un bol amplio, casca los huevos y bátelos con una pizca de sal. Añade las patatas ya templadas y bien escurridas, y mezcla con cuidado para que no se deshagan del todo.
Cocina la tortilla y sirve
Pon al fuego una sartén antiadherente con un chorrito de aceite. Vierte la mezcla de huevos y patatas y cocina unos minutos, removiendo un poco al principio para que la tortilla tome forma. Cuando esté dorada por un lado, dale la vuelta con ayuda de un plato o tapa y cocina el otro lado hasta que esté al punto deseado. ¡Lista para disfrutar!
¿Cebolla sí o no? Una cuestión de gustos
Más allá del debate, lo cierto es que hay tantas formas de hacer tortilla como cocinas en España. La versión sin cebolla, que defiende Blanca Romero, resalta el sabor puro de la patata y el huevo, y es perfecta para quienes prefieren una textura más compacta.
Otros, sin embargo, no conciben este plato sin el toque dulce que aporta la cebolla pochada. Y después están los más creativos, que no dudan en incorporar diferentes ingredientes para llevar la receta a otro nivel. Lo interesante es que se trata de una elaboración sencilla, económica y versátil, que admite múltiples variaciones sin perder su esencia.
En cualquier caso, tanto si apuestas por la tradición como si te gusta experimentar, preparar una buena tortilla casera es siempre un acierto. Solo necesitas ingredientes básicos y un poco de mimo en la cocción.