Hay debates que, por mucho que pasen los años, siguen enfrentando opiniones. Y si hay uno que nunca se desaparece es el de la tortilla de patatas: ¿con cebolla o sin cebolla? Ana Rosa Quintana lo tiene clarísimo. “Es un pecado mortal, tortilla de patata es sin cebolla”. Una declaración que no ha pasado desapercibida y que la posiciona firmemente entre los que defienden la receta más básica. En medio de este debate eterno, hay quienes, como el chef Dabiz Muñoz, también han dejado muy clara su opinión. Si tú también eres amante de este plato tan nuestro, te encantarán estas recetas creativas de tortilla de patatas y pulpo con mayonesa de piquillos, tortilla de patata y puerro gratinada, tortilla de calabacín, patata, cebolla y pimientos o esta versión de tortilla española con piquillos y migas de bacalao, que te harán replantearte hasta el más clásico de los debates.
La presentadora, que con el paso de los años ha ido compartiendo detalles de su estilo de vida más saludable, también ha dejado claro que en su casa no se concibe el verano sin gazpacho ni tortilla de patata. Si con la tortilla no acepta negociaciones en cuanto a ingredientes, en cuanto al gazpacho se muestra aún más entregada: “Tomo gazpacho todos los días, es una fuente de vitaminas maravillosa”. Un menú veraniego de lo más español, delicioso y, además, saludable.
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Y si tú también quieres preparar una tortilla de patata sin cebolla al estilo clásico, aquí tienes la receta más sencilla, con solo tres ingredientes básicos, pero con un resultado espectacular.
Tortilla de patata sin cebolla
Para 4 personas
Ingredientes
- 6 huevos
- 600 gramos de patatas
- Aceite de oliva
- Sal
Paso a paso
Prepara y fríe las patatas
Empieza lavando las patatas bien bajo el grifo y pelándolas. Córtalas en láminas finas, de un grosor aproximado de medio centímetro. Calienta una buena cantidad de aceite en una sartén amplia y profunda, y añade las patatas cuando esté caliente. Déjalas cocinar a fuego medio unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando para que se hagan de forma uniforme.
Escurre el exceso de aceite
Cuando las patatas estén blandas y ligeramente doradas, sácalas con una espumadera y colócalas en un colador grande para eliminar el exceso de aceite. Aprovecha este momento para sazonarlas con sal al gusto mientras aún están calientes.
Bate los huevos y mezcla con las patatas
Casca los huevos en un recipiente amplio, añade un poco de sal y bátelos hasta que estén bien mezclados. Incorpora las patatas escurridas al bol con el huevo batido y remueve suavemente para que queden bien integradas. Deja que la mezcla repose unos minutos.
Prepara la sartén
Mientras el huevo se impregna bien del sabor de las patatas, cuela un poco del aceite utilizado para freírlas. Vierte unas dos cucharadas en una sartén antiadherente y llévala a fuego medio. Una vez caliente, añade la mezcla de patatas y huevo, distribuyéndola bien para cubrir toda la base.
Cocina la tortilla
Deja que la tortilla se cuaje por la parte inferior durante unos 3 o 4 minutos. Para evitar que se pegue, puedes mover ligeramente la sartén con movimientos circulares. Después, con ayuda de un plato o una tapa, dale la vuelta con cuidado y cocina el otro lado entre 2 y 3 minutos más.
Emplata y sirve
Cuando esté lista, retira la tortilla del fuego y pásala a un plato. Puedes dejarla reposar unos minutos antes de servir. Sírvela templada o fría, en triángulos, cuadrados o como más te guste.
![Tortilla de patatas](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 1800"%3E%3C/svg%3E)
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Esta receta también es ideal para llevar en tupper al trabajo o para una comida informal con amigos. Si te gusta con cebolla, puedes incorporarla desde el primer paso junto a las patatas, o personalizarla con hierbas aromáticas o un poco de queso rallado.
Lo mejor de todo es que puedes dejarla hecha con antelación y consumirla incluso fría, como hacen muchas personas en verano. Ana Rosa lo tiene claro: cuanto más fácil, mejor. Y tú, ¿te animas a incluir esta receta exprés en tus cenas?