La tarta de queso más ligera y esponjosa ya es posible y tengo la receta (con coulis de fresón)

Se deshace en la boca y se prepara en minutos. Una receta rápida y sin complicaciones

victor fernandez cocina facil
Víctor Fernández

Redactor y cocinero

Pastel de queso y coulis de fresón
Shutterstock
6 personas
45 min

5

(2 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Hay postres que tienen la capacidad de conquistar a cualquiera desde el primer bocado. Y si hay una combinación que nunca falla, es la de queso y fresón. Hoy te traigo una receta de pastel de queso con coulis de fresón que es pura suavidad y dulzura en cada cucharada. Sin ingredientes raros ni pasos complicados, y con una presentación súper bonita este postre fácil es una auténtica maravilla.

Este pastel es perfecto para cualquier ocasión, un desayuno, una merienda especial, una celebración en casa o simplemente cuando te apetezca disfrutar de un capricho. Además, la acidez natural del fresón lo convierte en un postre equilibrado, ni demasiado dulce ni empalagoso.

Si te preocupa la textura, te adelanto que este pastel queda extremadamente esponjoso gracias a las claras montadas, que le aportan una ligereza increíble. No es el clásico cheesecake denso, sino uno mucho más suave y aireado, casi como un soufflé que se deshace en la boca. Y el coulis de fresón le da el toque fresco y afrutado que lo convierte en un postre de diez.

Ingredientes paraLa tarta de queso más ligera y esponjosa ya es posible y tengo la receta (con coulis de fresón)

  • Para el pastel
  • 3 huevos
  • 120 g de azúcar
  • 500 g de queso blanco para untar
  • 310 g de yogur griego
  • La ralladura de 1 limón
  • 1 pizca de sal
  • Mantequilla para engrasar el molde
  • Unas hojas de menta para decorar
  • Para el coulis de fresón
  • 150 g de fresones
  • 30 g de azúcar

1. Prepara el coulis de fresón

Lava bien los fresones, sécalos con papel de cocina y retira los tallos. Reserva uno o dos enteros para la decoración final. Tritura el resto con el azúcar hasta obtener un puré fino y homogéneo. Para lograr una textura más suave, pásalo por un colador o chino y resérvalo en la nevera.

2. Prepara la base del pastel

Separa las yemas de las claras y colócalas en recipientes distintos. Bate las yemas con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva blanquecina y espumosa. Añade el queso blanco, la ralladura de limón y el yogur griego, y sigue batiendo hasta que la mezcla sea homogénea.

3. Monta las claras y añádelas a la mezcla

En otro bol, monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Para saber si están listas, inclina ligeramente el bol: las claras deben mantenerse firmes sin deslizarse. Incorpóralas poco a poco a la mezcla anterior con movimientos envolventes y suaves para que no pierdan volumen.

4. Vierte en el molde y agrega el coulis

Engrasa un molde de tarta con un poco de mantequilla para evitar que el pastel se pegue. Vierte la mezcla de queso en el molde y alisa la superficie con una espátula. Con ayuda de una cuchara, reparte el coulis de fresón por la superficie y mezcla ligeramente con un palillo o la punta de un cuchillo, de forma que se creen vetas de color sin llegar a integrarlo del todo.

5. Hornea el pastel

Precalienta el horno a 180°C y hornea el pastel durante 30-35 minutos. Para comprobar si está listo, introduce un palillo en el centro: si sale limpio, significa que está en su punto. Deja enfriar dentro del horno con la puerta entreabierta para evitar que se baje demasiado.

6. Decora y sirve

Una vez frío, desmolda el pastel y colócalo en un plato. Decóralo con los fresones reservados y unas hojitas de menta lavadas. Puedes añadir un poco más de coulis por encima antes de servir para potenciar el sabor afrutado.

El truco

Consigue que tu bizcocho tenga un vistoso efecto marmoleado. Para hacer el puré de fresón solo tienes que pasar la fruta troceada por la batidora, con el azúcar. Haz la masa de queso, añádela al molde y reparte por encima el puré; extiende este con un palillo, haciendo unos dibujos en la superficie, para que se mezclen solo un poco, ¡y al horno!

Este pastel no solo es delicioso, sino que además es bastante ligero en comparación con otros postres de queso más densos y pesados. El yogur griego le aporta suavidad sin necesidad de usar nata y el toque de limón equilibra perfectamente el dulzor. Además, la combinación con fresón es un acierto absoluto, su acidez natural potencia los sabores y hace que cada bocado sea más fresco y ligero.

Es fácil, rápido y siempre queda bien. No necesitas técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de encontrar. Además, es perfecto para preparar con antelación y sorprender a tus invitados sin agobios de última hora. Y lo mejor de todo: su textura suave y su sabor equilibrado hacen que guste a todo el mundo.

Así que ya lo sabes: si quieres un postre elegante, delicioso y sin demasiadas complicaciones, este pastel de queso con coulis de fresón es la opción ideal. Pruébalo y ten por seguro que se convertirá en uno de tus postres favoritos.

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