Un concurso particular
Con un delicado sabor a limón, canela y ajonjolí, la popularidad de los gañotes es tal que, incluso, en Cuaresma, se celebra la Gañotada, un concurso de repostería en el que se escogen los mejores gañotes. Ese día son muchas las personas que se acercan a la plaza del Ayuntamiento de Ubrique, atraídas por el olor de estos originales dulces, para degustarlos y ver quién los hace mejor.
Ideales para tomar a la hora de la sobremesa, para merendar o siempre que apetece algo dulce, los gañotes se pueden comer solos, pero acompañados con una taza de chocolate caliente, están exquisitos.
La clave: freírlos con una caña
Elaborados con huevo, canela, azúcar, ralladura de limón y ajonjolí, entre otros ingredientes, la principal característica de los gañotes es su particular forma en espiral. Para conseguirlo, una vez preparada la masa, se forman unos pequeños cilindros, que se enrollan en una caña o en un tubito de metal. Luego, se fríen en abundante aceite de oliva.
Para que el resultado sea perfecto, es importante impregnar la caña o el tubito con aceite ya que, si no se hace, la masa quedaría pegada y el gañote no saldría bien. Por otro lado, algunas cocineras, una vez doraditos por fuera, les quitan la caña y los vuelven a freír. Así quedan dorados también por dentro.
Variantes deliciosas
- Los gañotes también estarán muy sabrosos si mezclas ralladura de limón y de naranja.
- En algunas versiones, también se agrega a la masa unas almendras tostadas y molidas.