Me encantan los tomates cherry. Redonditos o ligeramente alargados, pequeñitos y con un color rojo brillante (aunque también hay variedades de color amarillo, naranja, verde o incluso negro), son perfectos para acompañar cualquier plato. Además, tienen un sabor algo más dulce y afrutado que otras variedades y una textura carnosa y muy jugosa que es un auténtico placer y que los hace indispensables en mi cocina. Y, lo bueno, es que los encuentro durante todo el año en el mercado. Los uso en muchísimas de mis recetas de cabecera, algunas tan creativas, fáciles y deliciosas como la tarta Tatin de tomates cherry del chef Enrique Sánchez.
También conocidos como tomate cereza, tomate pasa o tomate uva, yo los suelo poner a menudo en mis ensaladas, así consigo que tengan toque de alegría, pero también están muy ricos en brochetas, en quiches o en platos de pasta. Te recomiendo que los saltees ligeramente en una sartén con unas gotitas de aceite, un pellizco de sal y alguna hierba aromática que te guste. ¡Están buenísimos!
Otra de mis especialidades son los tomatitos al horno. Abiertos por la mitad y asados con unas hojitas de albahaca, aceite, sal y pimienta negra recién molida, forman una combinación de sabores que es fabulosa. Pero, cuidado, no los dejes mucho tiempo o acabarán quemándose.
Se pueden servir enteros (a mis hijos les encanta cuanto explotan en la boca), pero también cortados por la mitad. De hecho, de eso quería hablarte. Cuando hay que cortar muchos tomatitos para alguna receta, es una tarea lenta y pesada, pero yo tengo un truco que te va a ir de maravilla y con el que podrás cortar tus tomatitos de 10 en 10. Toma nota.
Lávalos bien bajo el agua del grifo, sécalos y colócalos bocabajo en un plato (sobre todo que queden bien juntitos). A continuación, tápalos con otro plato bocabajo y, apretando ligeramente con la palma de la mano para que no se muevan, ve pasando un cuchillo entre los dos platos. Tiene que ser un cuchillo de sierra y de lama larga para que en un solo movimiento cortes todos los tomates. Luego, destapa el plato con cuidado y… ¡voila! ¡Estarán todos cortaditos!
Con este truco ahorrarás muchísimo tiempo en la cocina. Te lo aseguro. Y si utilizas un plato un poco más grande, los podrás cortar ¡de 15 en 15!
Recetas supersencillas con tomates cherry
Versátiles y deliciosos, con los tomatitos puedes hacer platos de todo tipo. Aquí te dejo varias recetas para que puedas disfrutar de ellos en cualquier situación. Estoy segura que te van a entusiasmar.
- Tostadas de queso cottage con cherrys y brotes verdes. ¿Buscas una idea ligera, saludable y llena de sabor? Pues fíjate en estas vistosas tostadas. Llevan muy pocos ingredientes y se elaboran en un abrir y cerrar de ojos. Además, tanto las puedes preparar para comer a la hora del desayuno o de la cena.
- Berenjena gratinada con beicon y tomatitos. Una propuesta, sencillísima, perfecta tanto para una comida de diario o de domingo. Solo tienes que cortar las berenjenas en lonchas longitudinales un poco gruesas y agregar el queso mozzarella, el beicon cortado en trocitos, los tomates cherrys, aceite y unas hojitas de albahaca. En 10 minutos, tu plato estará a punto.
Cocina fácil / RBA
- Pasta con calabacín, tomatitos, langostinos y guindilla. Aquí tienes una receta colorista, gustosa y de lo más mediterránea. Primero, prepara un salteado de verduras en un wok o una sartén de paredes altas y, luego, mézclalo con los farfalle o lacitos de pasta cocidos.
- Mero en adobo con ensalada de tomatitos. Corta el mero en daditos y sumérgelo en un adobo hecho con dientes de ajo, laurel, comino, orégano, pimentón dulce, vinagre de vino blanco y agua durante dos horas. Luego, escúrrelo, enharínalo y fríelo en abundante aceite. Ya verás: quedará rico y superapetitoso. Se acompaña con una ensalada de tomates cherrys.
Beneficios del tomate para la salud
Fuente de vitaminas antioxidantes C, E y A, que previenen la degeneración de los tejidos y el envejecimiento prematuro, el tomate, en todas sus versiones, destaca por su riqueza en vitaminas del grupo B, sobre todo de ácido fólico, y minerales como el potasio, el fósforo y el magnesio. Pero su principal virtud es su alto contenido en licopeno, un pigmento carotenoide, que es el responsable del color rojo y naranja de algunas verduras y frutas, y que tiene interesantes efectos antioxidantes para el organismo.