Si eres amante de los postres clásicos, seguro que el arroz con leche está en tu lista de favoritos. Su delicioso sabor aromatizado con canela y limón , su cremosidad y su facilidad de preparación lo hacen perfecto como postre tanto para el día a día como para una ocasión especial. Hoy te proponemos darle un toque de sabor y frescura añadiendo fruta a la hora de servir, en este caso mango en diferentes texturas, fresco, deshidratado y confitado. El punto de cocción del arroz es fundamental para que el postre sea un éxito, e influye directamente en su textura final. Si el arroz está bien cocido, en su punto, libera todo el almidón , lo que contribuye a que quede mucho más cremoso, te encantará que quede tierno, cremoso y se deshaga en la boca. ¿Quieres preparar otros clásicos de nuestra repostería? Pues echa un vistazo a las deliciosas torrijas tradicionales con azúcar y canela , a la crema catalana o a los riquísimos buñuelos de viento típicos de la Cuaresma. Trucos para un arroz con leche perfecto El arroz: lo más recomendable es prepararlo con arroz de grano redondo, ya que este libera de forma gradual el almidón durante la cocción y tiene una mejor capacidad para absorber los sabores. La leche debe ser preferiblemente entera y, si es posible, fresca, tendrá un mayor contenido de grasa, lo que influirá directamente en la cremosidad y sabor final del postre. Puedes aromatizarlo con otras especias como la vainilla, el clavo, el cardamomo...