¡Qué buenos están los quesos y embutidos! Pero seguramente te pase como a mí: los compras y luego se te acaban secando, sobre todo cuando ya están cortados... A mí me gusta tener siempre varios tipos de quesos en la nevera, pero el que no me falta nunca es el queso en lonchas, con el que me gusta preparar cenas exprés como los rollitos de pan de molde con queso y salchichas, o la cena rápida que hago con huevo, calabacín y queso, o las quesadillas cuatro quesos que nos encantan a todos en casa.
Otro ingrediente que siempre tengo es el jamón serrano en lonchas, con el que preparo los bocatas para llevar al cole o al trabajo y que me encanta añadir a mi ensalada estrella, de mango con jamón serrano. Pero, aunque tanto el queso en lonchas como el jamón suelen venir en recipientes de plástico que tienen autocierre, por lo general la tapa no se adhiere bien y se acaban secando, en el caso del queso incluso enmoheciendo. No te preocupes, tenemos la solución.
Muchas veces recurrimos al papel film o al aluminio para conservar estos alimentos, pero estas opciones no son las más adecuadas. Si de verdad quieres que se mantengan frescos, necesitas un tupper hermético.
Al ser un recipiente cerrado, reduce al mínimo el contacto con el aire, que es el principal responsable de que los embutidos y quesos se resequen o desarrollen moho. Pero, además, hay otros trucos que pueden ayudarte a conservarlos mejor.
Otras maneras de conservar el queso
El queso, al ser un alimento "vivo", requiere cuidados específicos para mantener su sabor y frescura. Además de los recipientes herméticos, existen otros métodos efectivos que pueden ayudarte a conservarlo en mejores condiciones.
- El papel sulfurizado o de horno es ideal para quesos tiernos y semicurados, ya que les permite respirar sin perder humedad.
- Para los quesos curados o con moho superficial, envolverlos en un paño de algodón ligeramente humedecido, ayuda a mantener su frescura.
- Otra opción es la conservación en aceite de oliva: cortar el queso en trozos y sumergirlo en aceite de oliva virgen extra no solo prolonga su vida útil, sino que también realza su sabor, especialmente si se añaden hierbas aromáticas como romero o tomillo.
Si utilizas queseras de cristal, controlar la humedad es clave. Un truco útil es colocar garbanzos secos o un poco de arroz en la base, ya que absorberán el exceso de humedad y retrasarán la aparición de moho.
¿Cómo guardar los embutidos en la nevera?
En el caso de los embutidos, además de guardarlos en recipientes herméticos, puedes envolverlos en papel de horno o en un paño de algodón seco para evitar conservarlos su por más tiempo.
¡Prepara una tabla de quesos perfecta!
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Si te ha resultado útil este truco para conservar quesos y embutidos sin que se sequen, seguro que disfrutas preparando tablas. Si quieres crear una tabla de quesos impresionante, no te pierdas estos consejos:
- Variedad: apuesta por quesos de cabra, oveja, vaca y búfala para lograr un equilibrio de sabores y texturas. No hay una cantidad exacta, pero una buena opción puede ser incluir seis tipos distintos: uno de cabra, dos de oveja, dos de vaca y uno de búfala, por ejemplo. De esta manera, tu tabla ofrecerá una selección diversa para todos los gustos.
- Orden por intensidad: ¡No todas las distribuciones valen! Coloca los quesos en orden de sabor, empezando por el más suave y terminando por el más fuerte. Esto permitirá disfrutar mejor de cada variedad sin que los sabores se solapen.
- Corte adecuado: No todos los quesos se cortan igual ni con la misma herramienta. Usa cuchillos específicos para cada tipo de queso y adapta el corte a su textura para resaltar su sabor y presentación.
- Añade embutidos: El embutido y el queso forman una combinación perfecta. Añade diferentes tipos de embutidos como jamón, salchichón o chorizo para complementar la experiencia.
¿Te animas a probarlo? Siguiendo estos consejos, no solo conservarás mejor tus quesos y embutidos, sino que también podrás disfrutar de una tabla espectacular digna de los mejores gourmets.