Jordi Roca, de El Celler de Can Roca , es uno de los reposteros más afamados de nuestro país. También del mundo entero, pues está considerado uno de los mejores a nivel mundial. Sus creaciones no suelen estar al alcance de manos poco expertas, pues requieren grandes conocimientos técnicos de pastelería, pero Jordi también sabe bajar al mundo de los terrenales y de vez en cuando comparte en sus redes recetas que sí puedes preparar en casa . Es el caso de estas fresas con nata, una reinterpretación gourmet del clásico postre tradicional de la abuela al que Jordi da un giro de 360º. Para ello, utiliza un ingrediente que nunca hubieras imaginado ... ¿Sabes esa telilla que se forma en la superficie de la leche cuando la has calentado? Pues sí, ese es el ingrediente secreto de las fresas con nata de Jordi Roca. La utiliza de una forma magistral: como envoltorio de unas fresas troceadas y nata montada con azúcar. Otro toque único del chef para este postre es elaborar un jugo de fresas , que consigue poniendo al baño maría unas fresas troceadas con azúcar. No las corta, las rompe (como si fueran patatas chascadas), porque así se rompe el poro y la fresa deja ir más esencia. ¿Vamos con la receta? Ravioli de fresas con nata de Jordi Roca Para 4 personas Ingredientes 500 gramos de nata para montar 60 gramos de azúcar 1 litro de leche entera 400 gramos de fresas frescas Hojas de menta Ralladura de lima Paso a paso Prepara las fresas Reserva 4 fresas enteras para decorar y 8 para el relleno. Corta las demás, sin el pedúnculo, rompiéndolas. Clava el cuchillo y acaba de romper las fresas tirando de las dos mitades, así se abre el poro y sueltan el jugo más fácilmente. Ponlas en un bol y añade 40 gramos de azúcar. Tapa el bol con film para que quede hermético y no se escape el vapor y ponlo al baño maría, a fuego medio. Monta la nata Reserva 1/2 vasito de nata y vierte el resto en el bol de la batidora. Añade el azúcar restante y monta la nata a punto de nieve bien firme. La cantidad de azúcar recomendada para hacer nata montada es de un 10% de la cantidad de nata que utilices. Sabrás que la nata está bien montada si puedes girar el bol sin que caiga nada. Elabora la lámina de nata Vierte la leche en una sartén amplia y agrega el vasito de nata reservada. Calienta al fuego sin que llegue a hervir, para que la proteína de la leche suba a la superficie y la puedas manipular. Es importante que la sartén sea amplia, para obtener una película de nata más grande. Pon un trozo de film de cocina sobre la encimera y píntalo con leche, para que la lámina no se pegue. Pasa un cuchillo alrededor de la sartén para despegar la película de nata y, con cuidado para no quemarte, levántala cogiéndola por dos extremos. Ponla sobre el film, envuélvela y déjala enfriar en la nevera. Monta el ravioli Corta las fresas del relleno a daditos pequeños. Retira el film que envuelve la lámina de nata y pon una cucharada de nata montada en el centro, unos dados de fresa y un poquito más de nata. Cierra el paquetito con cuidado. Espolvoréalo con un poco de azúcar y quémalo con un soplete. Monta el plato Pon el ravioli en un plato hondo. Corta las fresas de la decoración en cuartos y distribúyelas alrededor del ravioli. Ralla un poco de piel de lima sobre el ravioli. Cuela el agua de las fresas que has cocinado al baño maría y vierte un poco sobre las fresas cortadas. "Y así conseguimos un postre de fresas con nata muy complicado. Pero, ¿qué sería la vida sin estas complicaciones tan fantásticas?, dice Jordi Roca. Esto es la leche".