Coca Cristina o torta de almendra, receta tradicional valenciana

Un dulce delicioso típico de Valencia, muy sencillo, riquísimo y con la almendra como principal protagonista

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Dificultad:

Fácil

Hay dulces que no necesitan grandes presentaciones porque su sabor lo dice todo. La Coca Cristina, también conocida como torta de almendra, es uno de esos clásicos valencianos que pasan de generación en generación sin perder ni una pizca de encanto. ¿Lo mejor? Que no necesitas ser un experto repostero para prepararla en casa. Con ingredientes sencillos y un poco de mimo, tendrás en tu cocina una de esas recetas que huelen a infancia, a meriendas en casa de la abuela y a Navidad… aunque hoy en día se disfruta todo el año.

Las cocas dulces y saladas son muy típicas del levante español, las hay de muchas variedades y sabores. Ideales para desayunos y meriendas y siempre elaboradas con productos tradicionales en aquellas tierras.

La Coca Cristina es el claro ejemplo, dulce navideño en sus orígenes, ahora es un fijo durante todo el año en poblaciones como Torrent, Puçol o Meliana. Como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta las tradiciones culinarias, la almendra es la estrella de este dulce que te animamos a preparar.

Si nunca has usado obleas en tu repostería, no te preocupes. Son fáciles de encontrar en los supermercados en la zona de repostería o productos de panadería. También puedes comprarlas por internet.

Ingredientes paraCoca Cristina o torta de almendra, receta tradicional valenciana

  • 125 g de almendra molida
  • Ralladura de 1 limón
  • 130 g de azúcar glas
  • Azúcar en granillo (para espolvorear)
  • 1/2 cucharada de canela
  • 30 g de harina de trigo
  • 3 huevos
  • Obleas

1. Separa las claras de las yemas

Empieza separando las claras de las yemas. Monta las claras a punto de nieve en un bol grande. Reserva las yemas por otro lado, que las usaremos más adelante.

2. Haz un merengue firme

Cuando las claras estén bien firmes, ve incorporando el azúcar glas poco a poco sin dejar de batir. El resultado debe ser un merengue espeso y brillante.

3. Incorpora las yemas

Bate ligeramente las yemas con un tenedor y añádelas al merengue, sin dejar de remover para que se integren sin bajar la mezcla.

4. Añade la almendra y los aromáticos

Agrega la almendra molida, la ralladura de limón y la canela. Remueve con movimientos envolventes para que todo quede bien repartido.

5. Echa la harina

Tamiza la harina directamente sobre la mezcla. Esto ayudará a evitar grumos y le dará a la masa un poco más de cuerpo. Mezcla con cuidado.

6. Prepara las cocas

Coloca las obleas sobre una bandeja de horno con papel vegetal. Con la ayuda de una cuchara, pon dos o tres cucharadas de masa en cada una, sin llegar a los bordes (la mezcla se expande un poco en el horno).

7. Decora con azúcar en granillo

Espolvorea la superficie con azúcar en granillo, sin miedo. Ese toque será lo que cree esa costra crujiente tan característica al hornearse.

8. Hornea y enfría

Precalienta el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo y hornea durante 12 minutos. Cuando veas que empiezan a dorarse y el azúcar se cuartea, sácalas del horno y dejalas enfriar sobre una rejilla.

El truco

Si quieres darle un toque aún más auténtico, tuesta ligeramente la almendra molida antes de añadirla. Solo necesitas pasarla por una sartén sin aceite durante unos minutos, removiendo constantemente. Eso hará que suelte todo su aroma y le dará a la coca un sabor más profundo y tostado.

Una torta con historia (y mucho presente)

Aunque la Coca Cristina nació como un dulce típico navideño en tierras valencianas, hoy en día es habitual encontrarla en cualquier época del año. Y no es para menos: su sabor es adictivo y combina perfectamente con una buena sobremesa o una merienda improvisada. A veces, las recetas más humildes son las que más nos conquistan.

Anímate a prepararla en casa

Si nunca has probado una coca dulce tradicional o si simplemente quieres volver a sabores de siempre, esta receta es perfecta para ti. No necesitas moldes especiales, ni ingredientes raros, ni técnicas complicadas. Solo ganas de cocinar, un bol y un horno.

Te aseguro que cuando la saques y veas esa costrita de azúcar dorada y ese aroma a limón y almendra, entenderás por qué esta receta sigue viva después de tantas generaciones.¿Te animas a prepararla este fin de semana?

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