Solomillo de cerdo, salsa castellana con champiñones, polenta... este plato es de lo más completo y bien nos puede servir para un día cualquiera en casa, para una comida de fin de semana o incluso para sorprender a nuestros invitados con una receta original y deliciosa . No hay nada como combinar bien dos o tres elaboraciones para que un plato que en apariencia es sencillo se transforme en todo un manjar. La estrella de este, con permiso de los solomillos de cerdo , es la salsa castellana que se hace en unos pocos pasos. Primero hay que saltear unos champiñones laminados y agregarles unos taquitos de jamón. Luego se les añade vino y caldo y se deja reducir para después espesarla con un poco de maicena disuelta en agua. Si nunca has preparado polenta seguro que después de esta receta la incorporas a tus recursos habituales porque aunque estéticamente se parece mucho al puré de patata no tiene nada que ver con este. Se trata de una harina de maíz hervida que va genial como acompañamiento en platos contundentes y que aunque es típica de Italia se come también en buena parte de Suramérica y Europa. Consejos: Si los champiñones no están muy sucios no hace falta que los laves, bastará con que los limpies con un paño humedecido con agua. Actualmente es bastante sencillo encontrar polenta en cualquier supermercado pero si no consigues dar con ella siempre puedes sustituirla por un buen puré de patatas o un poco de arroz.