Trucos para comprar bien el marisco para Navidad (YA) y congelarlo bien

La primera norma para acertar es que el marisco sea de buena calidad. Parece una obviedad, pero no lo es. Desconfía de los chollos: el marisco no es barato. Pero no esperes a que esté por las nubes, cómpralo con antelación en tu pescadería de confianza y congélalo en casa.

Si el marisco fresco se sale de tu presupuesto, cómpralo ya congelado (pero también de calidad), te llevarás un producto excelente a un precio más asequible.

¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar el marisco?

• Los grandes crustáceos deben estar intactos, con todas sus pinzas y patas, y vivos; dales un golpecito y comprueba si se mueven.
• Compra los moluscos que estén en bolsas de red, etiquetados y con las valvas cerradas. Si están abiertas, deben cerrarse cuando las toques.
• El marisco fresco huele a mar. Si no es así hay que desecharlo, lo mismo que si tiene un color extraño o las conchas están rotas o agrietadas.
• Fíjate si gambas y langostinos tienen los ojos negros y brillantes, y la carne blanquecina; rechaza los que presenten tonos oscuros o verdosos.
• Si el marisco es congelado, verifica que la congelación se ha hecho en las condiciones adecuadas y no se ha roto la cadena del frío. Si está cubierto de hielo o escarcha, no lo compres.

¿Cómo congelar el marisco?

• Todo el marisco fresco que no se vaya a cocinar y consumir en 24 horas debe congelarse a -20º. La congelación es imprescindible para las gambas, langostinos y carabineros, porque su tiempo de cocción es insuficiente para evitar el anisakis.
• Guárdalos en envases herméticos del tamaño adecuado a las piezas paraque el frío extremo no los reseque.
• Los crustáceos se congelan después de hervirlos, si se van a tomar cocidos. Si vas a hacerlos a la plancha, congélalos crudos, envueltos en film.

¿Cómo descongelar el marisco?

• Retíralo del congelador entre 24 y 36 horas antes de consumirlo. Las piezas más grandes necesitarán más tiempo.
• Descongela el marisco en la parte baja de la nevera, sobre una bandeja con rejilla para recoger el líquido que suelta (es importante que este líquido no esté en contacto con el marisco).