Pollo guisado en salsa, la receta infalible, fácil y barata de la abuela (con vídeo)

Cebolla, tomate, ajo y laurel será todo lo que necesites como base para cocinar este pollo en salsa de la manera tradicional

pollo guisado en salsa
Youtube de Recetas de Esbieta
Marina Blanco, colaboradora de Cocina Fácil
Marina Blanco

Colaboradora de Cocina Fácil

El pollo es una de las carnes más versátiles y asequibles para nuestros menús semanales. Si encima lo guisas, cunde tanto, que podrás alimentar a toda la familia con un plato tan sencillo como unos jamoncitos de pollo en salsa con arroz blanco.

Para preparar esta receta de pollo guisado, en lugar del pollo entero, se utilizan los contramuslos, así que imagínate lo jugosa que quedará la carne. Por eso lo primero que tendrás que hacer será marcar los contramuslos en una sartén con aceite bien caliente, para después, cocinarlos en el sofrito.

Fíjate cómo se hace echándole un vistazo a la videoreceta compartida en el canal de youtube de Recetas de Esbieta, donde verás el truco infalible para que la salsa quede cremosa.

Tendrás como resultado unos contramuslos jugosos y bien cocinados, guisados en un sofrito casero de cebolla, ajo y tomate. El secreto del sofrito está en triturar los ingredientes antes de cocinarlos por separado.

Pollo guisado en salsa
Para 4 personas
Ingredientes
  • 4 contramuslos de pollo
  • 4 cebollas
  • 400 gramos de tomates troceados
  • 2 hojas de laurel
  • ½ cucharadita de bicarbonato
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de pimentón
  • Sal
  • Pimienta
Paso a paso
  1. Limpia y sazona los contramuslos

    Si los contramuslos tuviesen restos de plumas, puedes quemarlos un poco con ayuda de un soplete. Limpia los contramuslos retirando el exceso de piel y grasa, y sazona al gusto con sal y pimienta recién molida.

  2. Dora los contramuslos

    Calienta un hilo de aceite de oliva en una sartén, y marca los contramuslos de pollo por ambos lados un par de minutos hasta que queden con un tono dorado. Retira el exceso de aceite de la fritura del pollo y reserva la sartén para hacer el sofrito.

  3. Prepara el sofrito

    Pela la cebolla, y trocéala para triturarla con un procesador de alimentos. Cuando la sartén de hacer el pollo esté bien caliente, agrega el pimentón, y remueve para que ligue con el aceite. Agrega la cebolla triturada, una pizca de sal, y cocina unos minutos. Añade el bicarbonato, y remueve con la cebolla para cocinarlo todo junto 15 minutos. Esto hará que la salsa quede mucho más cremosa. Agrega el tomate y remueve.

  4. Termina el guiso

    Añade los contramuslos a la cazuela, el jugo que hayan soltado, y las hojas de laurel. Remueve para cubrir los contramuslos con la salsa, y tapa la cazuela dejando una pequeña ranura para que salga el vapor. Cocina los contramuslos 45 minutos a fuego medio. Agrega el ajo picadito, y remueve para que el ajo se cocine con el fuego apagado. Deja reposar el guiso 5 minutos antes de servir, retira los contramuslos, y tritura la salsa para que quede más fina.

3 acompañamientos perfectos para el pollo en salsa de la abuela

Convertir esta receta de pollo asado en un plato único es mucho más fácil de lo que crees. Mientras se cocina en la cazuela, preparas la guarnición y así estará todo listo a la vez.

  • Arroz. Pollo y arroz forman un tándem de lujo. Prepara el arroz cocido hirviéndolo en una cazuela con agua salada o, si lo prefieres, utiliza los vasitos de arroz precocinado que se calientan solo 1 minuto en el microondas y ya están listos para comer. El arroz blanco, mezclado con la salsa del pollo, es una auténtica maravilla. Otra opción es sustituir el arroz por quinoa.
  • Ensalada. La opción más ligera para acompañar el pollo en salsa de la abuela es una ensalada de crudités, bien aliñada con aceite de oliva, sal y vinagre. Además de lechuga (o cualquier otra hoja verde, como canónigos, rúcula, berros...) puedes añadirle zanahoria, tomate, cebolla, pepino... ¡lo que tengas en la nevera! Eso sí, sirve la ensalada en un bol aparte para que no se mezcle con la salsa del pollo.
  • Patatas. Puedes prepararlas de muchas maneras. Fritas son todo un clásico, pero también puedes utilizar el microondas (esas prácticas bolsas que ya vienen preparadas para cocinar en el micro y que están listas en 8 minutos). O puedes hacerlas al horno, partidas por la mitad y espolvoreadas con hierbas aromáticas, sal, pimienta y un buen chorro de aceite de oliva virgen.