Pastel tarantela, el pudín de manzana más famoso y delicioso de Argentina (con vídeo)

Prepara la crema para el pudding

Mezcla los huevos con el azúcar y bate con las varillas hasta que queden bien integrados. Agrega la esencia de vainilla, remueve y agrega la leche. Bate de nuevo con las varillas y deja reposar la mezcla.

Pela las manzanas

Llena un cuenco amplio con agua y exprime el zumo de medio limón. Pela y descorazona las manzanas y déjalas en el cuenco con el agua.

Cocina el caramelo

Vierte el azúcar en una sartén y agrega ½ vaso de agua y un chorrito de zumo de limón. Mezcla con una cuchara de madera y cocina el caramelo a fuego medio hasta que el caramelo adquiera un tono dorado claro.

Prepara el molde del pastel

Vierte el caramelo en el fondo del molde y remueve el molde de manera que el caramelo impregne las paredes. Verás que conforme el caramelo se vaya cuajando, será mucho más fácil de que se quede adherido a las paredes.

Corta las manzanas y el pan de molde

Corta las manzanas en rodajas finas. Para ello te aconsejamos que uses una mandolina de manera que queden bien finas y todas del mismo tamaño. Corta el pan de molde a la mitad de forma que obtengas 2 triángulos, y vuelve a cortarlo del mismo modo para obtener 4 triángulos de una rebanada.

Monta el pastel

Cubre la base de caramelo con láminas de manzana de manera que queden superpuestas. Cubre las manzanas con una capa de triángulos de pan de molde y riégalos con la crema que tienes reservada de forma que el pan quede bien impregnado. Repite la operación con capas de manzana, pan de molde y crema hasta completar el molde. La última capa debe ser de láminas de manzana.

Deja reposar el pastel y hornéalo

Cubre el pastel con papel de aluminio y déjalo reposar al menos 15 minutos antes de hornearlo. Precalienta el horno a 150ºC y prepara un recipiente amplio para llenarlo con agua y colocar dentro el molde del pastel para hornearlo 1 hora y media. Pasado el tiempo, pincha el centro con una brocheta para verificar si el pastel está cocido. Si el palillo sale limpio, el pastel está bien cocido, pero si quedan restos de masa adherida, tendrás que volver a hornearlo unos minutos hasta que quede bien cocido.

Desmolda el pastel

Cuando el pastel esté bien cocido, sácalo del horno y retira cuidadosamente el papel de aluminio. Despega las pareces del molde con ayuda de un cuchillo, cubre el molde con un plato y dale la vuelta al molde para desmoldar el pastel cuidadosamente.