Pocas cosas alegran tanto como abrir la nevera y encontrarse con un trozo de pizza del día anterior. Aunque muchas veces desaparece antes de que eso ocurra, cuando sobra, surge la gran duda: ¿cómo recalentarla para que sepa casi como recién hecha? La solución más habitual es el microondas, sí. Es rápido y cómodo, pero el resultado... bueno, deja bastante que desear. Si eres fan de preparar pizzas caseras en casa y no quieres que se estropeen al recalentarlas, toma nota de este truco infalible que va genial con todo tipo de versiones: desde opciones con jamón, mozzarella y huevo, hasta ideas más originales con atún y aceitunas negras, con berenjena, calabacín y queso tetilla o incluso una tosta pizza como esta:
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¿Por qué funciona tan bien?
La clave está en cómo se cocina. Basta con calentar la sartén a fuego medio, colocar la porción de pizza, añadir una cucharadita de agua al fondo y taparla. El agua genera vapor que ayuda a calentar la parte superior de la pizza y a derretir el queso sin resecarlo. Mientras tanto, el calor directo consigue que la base se vuelva crujiente otra vez. Es un método que no solo respeta la textura original, sino que incluso puede mejorarla.
Este truco funciona con cualquier tipo de pizza, ya sea con masa fina, gruesa, con más o menos toppings... Además, no necesitas usar el horno ni gastar demasiada electricidad. Solo una sartén, una tapa y un par de minutos.
¿Y si la quieres recién hecha? Prueba esta receta
Nada como una buena pizza casera para disfrutar desde cero. Aquí te dejamos una receta sencilla para hacer una pizza con ingredientes frescos y ese toque casero que no se consigue con ninguna pizza industrial.
![Pizza de gorgonzola con jamón, pera y nueces](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 1200"%3E%3C/svg%3E)
Cocina Fácil / RBA
Pizza de jamón, tomate y queso
Para 4 personas
Ingredientes
- 1 masa de pizza
- 1 cebolla
- 1 cucharada de orégano
- 3 tomates
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 2 bolas de queso mozzarella fresca
- 2 lonchas de jamón cocido
- 6 cucharadas de queso parmesano
- Sal
- Pimienta
Paso a paso
Corta los tomates
Lava los tomates y haz un corte en cruz en la base de cada uno. Escáldalos durante un minuto en agua hirviendo y, enseguida, pásalos a un bol con agua fría. Pela la piel, retira las semillas y corta la pulpa en dados pequeños.
Prepara el resto de ingredientes
Pela la cebolla y córtala en juliana fina. Trocea la mozzarella en dados, procurando escurrirla bien para evitar que humedezca la masa. El jamón cocido, córtalo en tiras o cuadraditos, como prefieras.
Cocina el sofrito
Calienta el aceite en una sartén y añade la cebolla. Cocina durante unos 5 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Incorpora los dados de tomate, salpimienta al gusto y cocina 5 minutos más. Este sofrito aportará un sabor casero muy especial a tu pizza.
Monta la pizza y hornea
Precalienta el horno a 200 °C. Estira la masa de pizza sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Extiende el sofrito por la base, reparte el jamón, la mozzarella y espolvorea con el queso parmesano. Añade el orégano por encima y hornea durante unos 15 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y el queso fundido.
Recalentar pizza ya no tiene por qué ser sinónimo de decepción. Con este truco, es perfecto y conun resultado que nada tiene que envidiar a una pizza recién hecha. Ideal para esos días en los que apetece comer rico sin complicarse demasiado.
Además, este método es perfecto para quienes buscan ahorrar energía o tiempo. No necesitas esperar a que el horno se precaliente ni encender ningún electrodoméstico más allá de la placa.
Ahora ya sabes: la próxima vez que sobre pizza, evita el microondas y apuesta por este truco. Y si te quedas con ganas de más, prueba a preparar tu propia pizza casera con ingredientes frescos, como en la receta que te hemos compartido. ¡El resultado te sorprenderá!