Huevos encamisados, los huevos mexicanos más sorprendentes y sabrosos

Prepara la masa de las tortillas

Pon la harina en un cuenco y agrega 1/4 del agua. Amasa con los dedos y ve añadiendo el agua a medida que la vaya absorbiendo. Tienes que conseguir una masa fina que no se pegue en las manos. Cuando la tengas hecha, cúbrela con film y déjala resposar.

Prepara la salsa

Pon un cazo con agua al fuego y, cuando hierva, agrega los chiles. A los 3 minutos, incorpora también los tomates y deja cocer todo 5 minutos más. Pasa las verduras al vaso de la batidora, añade el ajo pelado, sal al gusto y un poquito del agua de cocción. Tritura hasta lograr una salsa fina y reserva. Pica la cebolla y sofríela en un par de cucharadas de aceite durante 2-3 minutos. Agrega la salsa y deja cocinar a fuego lento durante 5 minutos. Resérvala caliente.

Da forma a las tortillas

Coge porciones de masa (del tamaño de una albóndiga) y estíralas hasta lograr unas tortillas bien finas. Si tienes tortillera, hazlas con este aparato, te quedarán todas iguales y perfectas.

Cocina las tortillas

Hazlas en una plancha bien caliente, 30 segundos por un lado y 1 minuto y medio por el otro. Vuelve a darles la vuelta y verás cómo se hinchan. Resérvalas en un plato tapadas con un trapo hasta terminarlas todas.

Abre un orificio en cada tortilla

Con la punta de un cuchillo, haz una pequeña abertura en cada tortilla. Luego, introduce un huevo crudo dentro de cada tortilla y agrega un poquito de sal.

Cocina los huevos

Vuelve a pasar las tortillas por la plancha, con cuidado de que no se salga el huevo. Cocínalas 1 minuto por cada lado para que la clara cuaje pero la yema quede líquida.

Emplata los huevos

Sirve en cada plato un par de huevos encamisados, sobre una base de salsa de tomate. Luego, cúbrelos con más salsa, espolvorea el queso rallado por encima y sirve cuando el queso se haya fundido ligeramente por el calor de la salsa.