A veces solo necesitamos tres cosas para arrancar el día con alegría: un poco de energía, algo fresco que entre bien y la sensación de estar cuidándonos. Este smoothie de plátano y kale lo tiene todo. Es sencillo , saludable y encima está rico, cosa que no siempre pasa con los batidos verdes, seamos sinceros. No hay que complicarse: con buenos ingredientes y una batidora decente, tienes un desayuno o merienda lista en menos de 5 minutos . Lo mejor de todo es que se hace con solo tres ingredientes que puedes encontrar en cualquier supermercado: plátanos maduros, col kale (que ya se ha ganado su huequito en la nevera de media España) y agua. Sin leche, sin yogur, sin azúcar añadido. Este batido es vegano, sin gluten, sin lactosa y sin remordimientos. Perfecto para quienes buscan cuidarse un poco sin dejarse un dineral en productos raros. Te confieso que yo al principio era bastante escéptico con lo del kale. Me sonaba más a decoración de tienda ecológica que a algo apetecible. Pero al mezclarlo con el dulzor natural del plátano ocurre la magia : el verde se suaviza, el sabor se equilibra y te queda un batido refrescante, saciante y que además te da el gustazo de pensar “oye, hoy estoy comiendo de maravilla”. Una receta ideal para cualquier época del año Aunque parezca cosa del verano, este batido es perfecto también para el invierno , cuando el cuerpo pide vitaminas, pero no apetece tanto cocinar. El plátano te aporta energía y potasio, la col kale es rica en fibra, y el agua hace el resto: te hidrata y te deja una sensación ligera pero saciante. Vamos, que no le falta de nada. ¡Este smoothie lo tiene todo para convertirse en la bebida del verano! Además, puedes amoldar esta receta a tu gusto o al de tus invitados. ¿Que tienes un puñado de espinacas? Añádelas. ¿Te gusta más con un toque cítrico? Ponle un chorrito de zumo de naranja o limón. ¿Te apetece algo más dulce? Un par de dátiles sin hueso y listo. Lo bueno de este tipo de smoothies es que no hay normas estrictas y siempre puedes improvisar. Y lo más importante: es una receta que te hace sentir bien. No solo porque es sana, sino porque cuando las tomas te das ese pequeño aplauso mental de “estoy cuidándome”. No lleva azúcar ni aditivos raros. Es fruta y verdura real. Y cuando está fresquita y bien triturada, entra como un postre. Si encima lo sirves en un vaso bonito con pajita reutilizable, ya tienes foto para dar un poquito de envidia en el grupo de WhatsApp o Instagram. Prepáralo, ten por seguro que te va a encantar.