Para mojar pan: almejas al ajillo, en 5 minutos y con muy pocos ingredientes

Si te gustan las recetas rápidas, fáciles y con sabor a mar, esta de almejas al ajillo te va a encantar. ¡Solo necesitas 5 minutos y ganas de mojar pan!

Almejas al ajillo
Istock
4 personas
5 min

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Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Aperitivos y tapas

Precio:

€ €

Dificultad:

Baja

Las almejas al ajillo son una opción deliciosa y muy sencilla de hacer, perfecta para cualquier momento. En solo 5 minutos y con pocos ingredientes, puedes preparar un plato irresistible que resalta el sabor del marisco con el toque aromático del ajo y el vino blanco. Es ideal como entrante o plato principal y sin duda sorprenderá a todo el mundo. Si eres un amante de las almejas, no te pierdas otras recetas en las que son protagonistas, como el guiso de almejas con patatas, las almejas al Jerez o la deliciosa zarzuela de rodaballo con gambas, cigalas y almejas

Aunque pueda parecer una receta complicada, en realidad no lo es. La clave está en escoger ingredientes frescos y de calidad. El tiempo de cocción es corto, pero el resultado es tan increíble que parece que se haya cocinado durante horas… ¡Buenísimas! Además, si quieres, puedes añadir un toque de limón y perejil fresco para darle un sabor más fresco y aromático.

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¿Te animas con la receta? Solo necesitas 5 ingredientes para preparar unas almejas al ajillo que serán un éxito seguro. Sigue los pasos que encontrarás a continuación y disfruta.

Ingredientes paraPara mojar pan: almejas al ajillo, en 5 minutos y con muy pocos ingredientes

  • 500 g de almejas o chirlas
  • 4 ajos
  • 50 ml de vino blanco
  • Perejil fresco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

1. Limpia las almejas

Comienza limpiando las almejas para eliminar cualquier resto de arena. Coloca 500 g de almejas en un bol con agua y añade una cucharada de sal. Remueve bien hasta que la sal se disuelva y deja las almejas en la nevera durante 1 hora. Este paso es esencial para que las almejas suelten la arena que puedan tener.

2. Sofríe el ajo y el vino blanco

En una sartén grande, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y caliéntalo a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, añade los 4 ajos laminados. Cocina hasta que los ajos empiecen a dorarse, pero ten cuidado de no quemarlos. Luego, agrega 50 ml de vino blanco y sube el fuego para que el vino se reduzca durante 5 minutos. 

3. Cocina las almejas

Saca las almejas del agua, desechando las que estén rotas o abiertas. Colócalas en la sartén con los ajos y vino blanco, añadiendo medio vasito de agua. Sazona con sal al gusto y tapa la sartén. Cocina hasta que las almejas empiecen a abrirse. A medida que se vayan abriendo, ve retirándolas para evitar que se resequen. Las almejas que no se abran debes desecharlas.

4. Toque final y presentación

Una vez que las almejas estén listas, espolvorea un poco de perejil fresco picado sobre ellas. Si lo deseas, puedes añadir un chorrito de limón antes de servirlas para realzar su sabor.

¿No tienes almejas? Las chirlas también funcionan

Si no encuentras almejas en la pescadería, las chirlas también son una buena opción. Aunque a simple vista puedan parecer similares, lo cierto es que las almejas son más grandes, con una carne más firme y un sabor más intenso, mientras que las chirlas son más pequeñas, tiernas y de gusto más suave. Aun así, ambas funcionan muy bien en esta receta. Además, la técnica del ajillo es perfecta para aliñar otros mariscos, como gambas, mejillones o incluso navajas. Anímate a probarla en más preparaciones y déjate sorprender por su sabor.

Más recomendaciones 

  • Elige almejas frescas: Fíjate en que estén bien cerradas y no tengan la concha rota. Si alguna está abierta antes de cocinarlas, mejor no usarla.
  • Cuida el ajo: No dejes que se queme, porque le daría un sabor amargo al plato. Cocínalo a fuego medio y con calma.
  • No te pases con la cocción: Cuando las almejas se abran, ya están listas. Si las dejas más tiempo, se pueden poner duras.
  • Acompaña bien: Un poco de pan crujiente es perfecto para mojar en la salsa. Y si te apetece, un vasito de vino blanco le va genial.
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