Pimientos asados al horno: la guía definitiva para que queden jugosos y sabrosos

Cuando veas lo fácil que es asar pimientos en el horno de casa te aseguramos que no volverás a comprarlos de bote

Marina Blanco, colaboradora de Cocina Fácil
Marina Blanco

Experta en cocina

Pimientos asados
Unsplash

Saber asar unos pimientos asados en el horno te salvará para utilizarlos como guarnición, para aliños, en pizzas o en cualquier tipo de receta. Los pimientos asados aportarán a cualquier plato un sabor único, una textura delicada, y un color de lo más atractivo.

Si los preparas caseros en casa, puedes lucirte delante de tus invitados preparando recetas tan apetitosas como este timbal de bacalao y pimientos asados perfectos para una comida festiva. También quedarán estupendos para una comida de diario algo más especial, como esta receta de pimientos asados con bacalao a la cazuela, tan sencillo como delicioso.

Aunque asar pimientos en el horno lleva algo de tiempo, el resultado valdrá la pena. Quedarán jugosos, llenos de sabor y listos para incluirlos en cualquier receta que te apetezca cocinar.

Cómo elegir los mejores pimientos para asar

El primer paso para obtener el mejor resultado está en la elección de los pimientos. Busca ejemplares carnosos, firmes al tacto y con la piel brillante. Los rojos, amarillos y anaranjados son los más recomendables, ya que aportan un sabor dulce e intenso tras el horneado. Evita aquellos con arrugas, zonas blandas o manchas, ya que estas señales indican que están pasados o perderán agua durante la cocción.

Cómo preparar los pimientos para asarlos

Antes de encender el horno, es importante preparar bien los pimientos. Tienen que lavarlos bien bajo el grifo con agua fría y secarlos con un paño limpio. No los cortes ni quites el tallo: asarlos enteros permitirá que se cocinen en su propio jugo y concentren su sabor.

Pon los pimientos en una bandeja forrada con papel de horno o sobre una fuente apta. Puedes rociarlos con un hilo de aceite de oliva virgen extra, aunque no es imprescindible. Al asarlos con piel, se genera una barrera natural que protege la pulpa, lo que los hace más jugosos. 

Cómo asar pimientos en el horno

Nombre de Receta
Para 4 personas
Ingredientes
  • Pimientos
  • Aceite de oliva
Paso a paso
  1. Mete los pimientos en el horno

    Mete la bandeja con los pimientos en el horno precalentado a 200 ºC con calor arriba y abajo.

  2. Dales la vuelta

    Déjalos durante unos 40 minutos, dándoles la vuelta cada 10 o 15 minutos para que se asen de manera uniforme.

  3. Saca los pimientos

    Sabrás que están listos cuando la piel esté muy arrugada y con zonas ligeramente quemadas. Ese contraste entre el exterior tostado y la carne tierna es lo que da profundidad al sabor. 

Otros métodos para asar los pimientos

Aunque el horno es el método más cómodo para asar los pimientos, hay también otras maneras de asarlos con buenos resultados. Hacerlos en la sartén o plancha de hierro, donde puedes cocinarlos enteros o en mitades, es otra opción para que queden deliciosos. Siempre a fuego medio-alto. En una barbacoa, a la brasa, también conseguirás un resultado excelente, perfecto para comidas al aire libre. 

Cómo limpiar los pimientos cuando están asados

Una vez asados, es recomendable dejarlos reposar en un recipiente tapado con papel de aluminio, papel film o dentro de una bolsa cerrada durante 15 o 20 minutos. Este paso facilita el pelado, ya que el vapor desprende la piel.

Después, quita la piel quemada, el tallo y las semillas con las manos. Evita pasarlos por agua para conservar todo su sabor. Lo ideal es hacerlo con delicadeza, dejando la carne limpia y jugosa. En un tarro de cristal con aceite de oliva, ajos laminados y una pizca de sal, se conservan varios días en el frigorífico, listos para ensaladas, guarniciones o tostadas.

También se pueden congelar para usarlos cuando los necesites en una receta o prepararlos con un poco de aceite y un poco de sal. 

Cómo preparar pimientos asados en conserva

Conservar los pimientos asados es una excelente forma de prolongar su sabor y tener siempre a mano un recurso versátil y saludable. Una vez pelados y limpios, puedes cortarlos en tiras o dejarlos enteros si son pequeños.

Esteriliza previamente unos tarros de cristal, hirviéndolos junto con las tapas durante al menos diez minutos. Introduce los pimientos aún templados en los frascos, presionando ligeramente para eliminar el aire. Añade aceite de oliva virgen extra hasta cubrirlos por completo. Si deseas un matiz más aromático, incorpora unos dientes de ajo, una hoja de laurel o unos granos de pimienta.

Asegúrate de que no quede aire en el interior para que no se dañe la conserva, Puedes usar una varilla para sacar las burbujas. Es un trabajo tedioso, pero fundamental para que no se estropeen. 

Cierra bien los tarros y hiérvelos al baño maría durante 30 minutos. Espera a que el agua se enfríe antes de sacarlos, ya que el cambio de temperatura puede hacer que los frascos estallen.