Las patatas son un complemento maravilloso para montones de platos diferentes. La única desventaja es que suelen tardar bastante en hacerse. Cocidas, asadas, fritas... se puede comer de mil maneras diferentes, pero todas ellas conllevan en general más de media hora de cocción. Así que lo que sucede es que solo recurrimos a ellas cuando vamos a preparar platos más elaborados y planificados. ¿No podemos entonces acelerar el cocinado para platos improvisados ? Por suerte existe un electrodoméstico que justo tiene esa función, el maravilloso microondas , tan denostado algunas veces pero tan útil realmente. En él podemos hacer nuestras patatas en tan solo 8 minutos, a veces incluso menos tiempo dependiendo del tamaño de las patatas. Para ello, existen varias formas de preparar previamente las patatas. Lo hemos visto en un vídeo del canal de Youtube Recetas de Escándalo , que siempre cuenta con buenas ideas y trucos infalibles de cocina. Trucos para cocer patatas en el microondas en minutos Lo primero que tenemos que hacer es elegir las patatas. Lo ideal es que sean todas más o menos del mismo tamaño y más bien pequeñas. No es necesario lavarlas si vamos a comerlas peladas, pero si tienen mucha tierra, es mejor limpiarlas un poco para evitar que se manchen después. Luego puedes cocinarlas utilizando alguno de los métodos que te proponemos a continuación. Mételas en un recipiente con tapa apto para el microondas, pero deja la tapa ligeramente abierta para que pueda salir el vapor. Colócalas en un plato y tápalas con film transparente. Recuerda pinchar el film con un tenedor para que pueda liberarse el vapor por los agujeros. Envuelve las patatas de manera individual en film asegurándote de que quede bien sellado. Utiliza un estuche específico para cocción en el microondas. Con cualquiera de estos métodos, las patatas se cuecen en el interior de su propia piel por lo que no pierden sabor ni propiedades. Una vez tengamos las patatas preparadas deberemos cocinarlas en el microondas durante unos 8 minutos a máxima potencia . Para comprobar que están en su punto, podemos pincharlas con un tenedor. Luego solo hay que pelarlas utilizando las manos si ya están frías o con cuchillo y tenedor si están muy calientes.