No son de codorniz: el truco para unos mini huevos fritos para una cena fácil y deliciosa

¿Creías que ya lo habías visto todo? Este truco para preparar mini huevos fritos en casa te va a dejar con la boca abierta. ¡Descúbrelo!

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Cocina fácil / RBA / Belén Casal del Castillo

Mini huevos fritos
Cocina fácil / RBA / Belén Casal del Castillo

No son huevos de codorniz ni vienen de una gallina pequeñita. Lo que ves en la foto tampoco es magia… ¡Pero casi! Son mini huevos fritos que puedes hacer tú misma en casa con un truco muy sencillo.

Seguro que si alguna vez has intentado preparar huevos en versión mini, habrás probado ideas como esta: cascar un huevo normal, separar la clara y la yema, y con ayuda de un aro de cocina o una cucharita, colocar un poco de clara en la sartén y, cuando empieza a cuajar, añadir un toque de yema en el centro. Queda muy mono, pero lleva su trabajo.

O tal vez has optado por usar una bandeja de mini cupcakes o moldes de silicona: engrasar, repartir la clara y la yema, hornear a baja temperatura… Una buena opción si cocinas para muchos, pero algo laboriosa.

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Este truco, en cambio, es muchísimo más fácil. Solo necesitas un huevo y un poco de paciencia para dejarlo en el congelador de un día para otro. El resto, te lo contamos paso a paso. Y ya verás: el resultado no puede ser más sorprendente.

Mini huevos fritos
Para 4 personas
Ingredientes
  • Huevos (los que quieras preparar)
  • Aceite para freír
  • Sal en escamas
  • Pimienta o hierbas frescas picadas (opcional)
Paso a paso
  1. Congela el huevo

    Mete el huevo crudo, con cáscara, en el congelador. Déjalo toda la noche para que tanto la clara como la yema se congelen completamente. Consejo: colócalo en una cubitera o un recipiente pequeño y estable para evitar que se mueva y se agriete.

  2. Sumerge en agua y pela

    Saca el huevo congelado y sumérgelo durante un par de minutos en un cuenco con agua a temperatura ambiente (o ligeramente templada). Esto ablandará la cáscara lo justo para que puedas pelarlo fácilmente sin descongelar el interior.

  3. Corta en rodajas

    Con el huevo ya pelado y aún congelado, córtalo en rodajas de unos 5 mm con un cuchillo bien afilado. No te preocupes si no quedan perfectas: cada rodajita tendrá su clara y su mini yema, como pequeños huevos enteros.

  4. Fríe a la sartén

    Calienta un poco de aceite en una sartén, como si fueras a freír un huevo normal. Cuando esté bien caliente, añade las rodajas de huevo congelado con cuidado. Fríelas solo unos segundos por cada lado, hasta que la clara esté dorada y crujiente.

  5. Termina y disfruta

    Retira las rodajas fritas y colócalas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Espolvorea sal en escamas, pimienta o hierbas frescas si te apetece. ¡Y a disfrutar de este original y sorprendente aperitivo!

¿Con qué acompañarlos?

Puedes disfrutar estos mini huevos fritos de mil maneras: como aperitivo junto a unos trocitos de chistorra, sobre rodajas de berenjena con pisto, coronando champiñones rellenos de jamón o acompañando unas alcachofas. Las combinaciones son infinitas y siempre aportan un toque original a la mesa.

Además, es una forma rápida, fácil y económica de preparar un aperitivo vistoso si tienes invitados. Con un solo huevo puedes obtener varias porciones, sin necesidad de recurrir a huevos de codorniz ni invertir de más.