Si hay un alimento que nos gusta consumir a los españoles, ese es el pan. En bocadillos, en montaditos, para acompañar tapas, para mojar salsas... y hasta para protagonizar algunos platos, como las migas o las torrijas. Según el Informe de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español consume de media al año unos 27,35 kg de pan y, por ello, debemos apostar por panes de calidad, con buenas materias primas y con un sabor auténtico.
Decirlo parece fácil pero, a la hora de la verdad, ¿Cómo sabremos diferenciar entre un buen pan de calidad y un pan malo? Domi Velez lo tiene claro. El panadero, que cuenta con el premio Excelencia S.Andaluza Intolerancias y que en 2021 se alzó con el título World Baker UIBC, coronándose como el mejor panadero del mundo, tiene las claves para diferenciar un buen pan y, por tanto, decantarnos por él o evitar tomarlo. El color, el olor, la miga... son algunas claves para saber si estamos ante un pan de calidad y en uno de sus videos de Instagram, nos explica cómo debemos analizarlas.
Los trucos para reconocer un buen pan, según el mejor panadero del mundo
Aunque no seamos expertas en el tema, todas diferenciamos sin problema el sabor de un buen pan y de uno malo. Sin embargo, puede que a simple vista no sepamos como diferenciarlos. El experto Domi Velez (@domivelez) nos cuenta como hacerlo. ¡Toma nota!
El primer paso para diferenciar un buen pan de otro que no lo es, es el color. El panadero nos muestra una barra doradita y otra más blanca, con el color amarillo mantequilla que esta temporada es tendencia y que suele caracterizar a las baguettes y a otros panes de las grandes cadenas de supermercados. "¿Quién c**o ha cocido esto, tío?", se refiere a dicha barra. Nos explica que, con ese color, salta a la vista la calidad del pan. La caramelización, la corteza crujiente... diferencia un buen pan de otro no tan bueno.
Una vez que ha analizado ambos panes por el exterior, los parte a la mitad y los abre, para ver como es su miga. La miga del pan bueno es más esponjosa y tiene huecos, fruto del aire y de un buen amasado. La miga del otro pan, sin embargo, es mucho más compacta y luce apelmazada.
Mientras que el primer pan, según nos cuenta, huele a cereales, el pan malo desprende un olor a levadura, a aditivos... "Esto tiene aditivos para parar un barco. Ojo con eso, porque son bastante peligrosos", explica.
Además, el panadero nos explica que un pan blanco está mal cocido y que, cuando nos lo comemos, la levadura fermenta en nuestro estómago, haciendo que nos hinchemos. "Señores, déjense ya de cachondeo y compren pan de verdad, pan de p**a madre y olviden el pan de gasolinera o el pan que veis en los supermercados muchas veces", concluye.

El panadero Domi Velez asegura que un color doradito y caramelizado es señal de un buen pan de calidad.
@domivelez
Y es que, a pesar de que en las grandes ciudades comprar este tipo de pan suele ser la opción más fácil, económica, recurrente y al alcance de todos nosotros, cada vez descubrimos más y más locales en los que poder hacernos con un buen pan de masa madre. Aunque su precio es más elevado que el de un pan de supermercado, estamos hablando de invertir en nuestra salud (y también en el disfrute de nuestro paladar) y, por tanto, ahorraremos en remordimientos y en un pan que restará valor a cualquier comida con el que lo acompañemos. Porque al igual que nos gusta invertir en un buen café, debemos tomar este hábito a la hora de escoger el pan.