Cojodongo extremeño, el antecesor del gazpacho que te va a encantar

El cojodongo es un plato típico de Extremadura que lleva los mismos ingredientes que el gazpacho. Pero no es gazpacho. Pero está superrico igualmente, y no necesitas batidor para prepararlo. Más ensalada que sopa, es muy refrescante e ideal para los días de calor extremo.

Cojodongo extremeño
Istock / Cocina Fácil
Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de CocinaFácil.com

Imagínate el calor que hace en el campo extremeño a eso de las 12 de la mañana. Antiguamente, cuando los jornaleros estaban trabajando la tierra, tomaban un plato que conseguía tres cosas. Uno: les ayudaba a sofocar el calor. Dos: les daba fuerzas y vitaminas para seguir con su faena. Tres: no les llenaba en exceso, porque tenían que seguir trabajando.

Los ingredientes eran muy básicos: agua fresca, aceite, vinagre, sal, ajo y pan. Y se llamaba macarraca. Con el tiempo y, sobre todo, con la llegada de ciertas verduras como el tomate, se fue sustituyendo parte del agua por tomate troceado, y también pimientos y cebolla. Y es así como el cojodongo tiene los mismos ingredientes que el gazpacho, pero sin triturar. De hecho, en Extremadura aseguran que el cojodongo es el antecesor del gazpacho.

Pero el cojodongo es más una ensalada aliñada que una sopa fría. Las hortalizas se trocean y luego se salsean con un majado o salsa blanca que lleva ajo, vinagre, sal, pan, aceite y huevo.

Cojodongo extremeño
Para 4 personas
Ingredientes
  • 200 gramos miga de pan del día anterior
  • 4 tomates maduros
  • 1 pimiento verde
  • 1 pimiento rojo
  • ½ cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 3 huevos
  • 80 mililitros de aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre
  • Sal
  • Ingrediente
Paso a paso
  1. Prepara el aliño

    Pon 2/3 del pan, troceado, en un bol. Cúbrelo con agua para ablandarlo. Pon un buen pellizco de sal en un mortero y agrega los ajos pelados y troceados. Machaca bien hasta lograr una pasta de ajo. Agrega un hilito de aceite y sigue trabajando con el mortero. Cuando esté espeso, añade la miga de pan hidratada y un chorro de vinagre (al gusto). Ve agregando agua hasta lograr la textura de una salsa ni muy espesa ni muy ligera. Reserva en la nevera.

  2. Cuece los huevos

    Pon al fuego un cazo con agua y los huevos. Cuécelos durante 10 minutos y luego, resérvalos. Cuando se hayan atemperado, pélalos con cuidado.

  3. Trocea las hortalizas

    Corta el tomate en trozos ni muy grandes ni muy pequeños. Retira el pedúnculo y las semillas de los pimientos y córtalos igual. Pela la cebolla y córtala a dados. Pon todas las hortalizas en una ensaladera, agrega el pan sobrante y riega con la salsa. Remueve bien para que todos los ingredientes se impregnen.