Centollo o txangurro a la donostiarra, una receta tradicional de Navidad (con vídeo)

¿Estás pensando ya en el menú de Navidad y no sabes por qué receta decidirte? Aquí tienes una sugerencia festiva y deliciosa: centollo a la donostiarra. Descúbrelo

Centollo a la donostiarra
Youtube (Las Recetas de MJ)
Mónica Corredera
Mónica Corredera

Colaboradora

¿Siempre cocinas lo mismo para la cena de Nochebuena o la comida de Navidad y quieres innovar? Pues esta es la ocasión para hacerlo. Te proponemos una receta de marisco tan deliciosa como espectacular: centollo a la donostiarra.

Se trata de un plato muy navideño que es fácil de preparar y que encantará a todos, en especial a los amantes del marisco. Y, aunque no es obligado celebrar las comidas festivas con este tipo de manjares, sí es la ocasión perfecta para degustar una receta especial como esta.

Preparar este centollo es mucho más fácil de lo que parece. Si sigues las explicaciones paso a paso que te dejamos a continuación no tendrás ningún problema, aunque siempre puedes echar un vistazo al vídeo de "Las Recetas de MJ".

 

Centollo a la donostiarra
Para 2 personas
Ingredientes
  • 1 centollo de 800 gr aproximadamente
  • 200 gr de sal
  • 2 hojas de laurel
  • 2 nueces de mantequilla con sal
  • 35 gr de cebolla pochada
  • 1 tomate pera
  • 150 gr de tomate frito
  • 120 ml de caldo de marisco
  • 35 ml de brandy
  • Pimienta negra
  • Perejil fresco
Paso a paso
  1. Cocer el centollo

    Pon a hervir una cazuela grande con cuatro litros de agua y los 200 gr de sal. Cuando empiece a burbujear, introduce el centollo junto con las hojas de laurel. Deja que hierva entre 15 y 20 minutos, según el tamaño que tenga el centollo. Uno de 800 gr de peso ha de estar unos 17 minutos.

  2. Abrir el centollo

    Una vez cocido, deja que se enfríe y después quítale la tapa trasera. Ahora tienes que retirar el caparazón del resto del cuerpo y limpiarlo bien porque lo vas a emplear para presentar el plato. Si tu ejemplar es centolla, verás que, seguramente, tiene lo que se conoce como 'coral' por ser de este color y que, en realidad, son los huevos. Resérvalo.

  3. Partir y desmigar el centollo

    Corta el cuerpo del centollo por la mitad con un cuchillo, y ambas partes a su vez en sendas mitades. Limpia cada parte y arranca las patas. Ve sacando toda la carne del centollo repasando bien para que no queden restos del caparazón. Abre las patas con un martillo de cocina para sacar la carne. Continúa hasta tener todo el centollo pelado, desmigado y limpio.

  4. Preparar la salsa

    Pon en una cazuela a fuego medio la cebolla pochada junto con una nuez de mantequilla. Añade el tomate pera previamente pelado, sin pepitas y partido en dados pequeños. Agrega 60 gr de tomate frito y remueve. Prepara previamente una salsa americana cocinando el resto del tomate frito con el caldo de marisco. Una vez lista, añádela a la preparación.

  5. Incorpora el centollo

    Añade a la cazuela donde estás preparando la salsa la carne del centollo y el coral (si era centolla), aplastándolo con un tenedor. Vierte el brandy y flambea, teniendo la precaución de apagar la campana extractora de la cocina. Una vez evaporado el alcohol, el fuego se apagará por sí solo. Añade un toque de pimienta negra molida.

  6. Rellenar el caparazón

    Pon la mezcla de centollo en el interior del caparazón, añade una nuez de mantequilla y lleva al horno previamente precalentado a 200 °C durante siete minutos. Espolvorea con perejil fresco picado y ya está listo para servir.

 

Cómo congelar el centollo

Dados los precios que se prevé que alcance el marisco los días antes de Navidad, no es mala idea comprarlo con antelación y congelarlo hasta que llegue la fecha señalada.

Para hacerlo bien y conseguir los mismos resultados de textura y sabor que si el centollo fuera fresco, has de cocerlo antes de congelarlo. Una vez cocido, como se explica en la receta, deja que se enfríe y envuelve el centollo en un paño húmedo, mételo en una bolsa de plástico y cierra muy bien. Debes colocarlo con las patas hacia arriba para que no pierda el jugo que tiene en el interior.

Un día antes de cocinarlo sácalo del congelador y deja que se descongele completamente en la nevera. ¡Te quedará riquísimo!