Sumerge las frambuesas en un cuenco con agua fría unos minutos. Escúrrelas bien, disponlas en un cazo y espolvoréalas con el azúcar. Tapa y deja reposar en la nevera toda la noche. Pon el cazo con las frambuesas y su jugo de maceración al fuego, agrega el zumo de limón y cuece a fuego suave durante 30 minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando, hasta que la mermelada empiece a espesar. Retira del fuego y deja que se temple. Vierte la mermelada todavía caliente en envases de cristal limpios y esterilizados. Llénalos hasta el borde, ciérralos herméticamente y cuece al baño maría 20 minutos (en un cazo con 2 dedos de agua, con un trapo en el fondo para que los tarros no se golpeen contra el fondo de la cazuela). Espera a que se enfríe y guárdala en la nevera o en la despensa.