Rosquillas de limón de la abuela esponjosas, receta casera de toda la vida

¡Hacer la masa de estas rosquillas te resultará sencillísimo siguiendo nuestra receta! No olvides dejar que escurran después de freírlas

Rosquillas de limón
Cocina fácil
Marina Blanco, colaboradora de Cocina Fácil
Marina Blanco

Colaboradora de Cocina Fácil

Las rosquillas de limón de la abuela son sencillamente irresistibles, tanto, que si te descuidas seguro que comes más de tres. Además, son perfectas para el desayuno, la merienda, la sobremesa o la hora del café.

Otra variedad, no menos deliciosa, son las tradicionales rosquillas de limón y anís con un delicado toque de licor que encantará a los más mayores de la casa. Como rosquillas hay para todos los gustos, unas muy especiales son las rosquillas de leche condensada, ideales para regalar o llevar a cualquier fiesta para servirlas como postre.

Y si quieres preparar unas sencillísimas, con solo 3 ingredientes, mira nuestra videorreceta:

Rosquillas caseras de toda la vida

Sea como sea, nadie podrá resistirse a unas rosquillas caseras esponjosas como las que te proponemos hoy, nuestra receta es la más simple de todas, unas rosquillas caseras de toda la vida.

¿Lo mejor de todo? Que además aguantarán varios días después de haberlas hecho. Toma nota de la lista de ingredientes y sigue los pasos de la receta para que te queden como las de la abuela.

Rosquillas de limón
Para 4 personas
Ingredientes
  • 400 gramos de harina de trigo
  • 100 gramos de mantequilla
  • 3 huevos
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 50 mililitros de leche
  • Ralladura de ½ limón
  • Azúcar
  • Canela
  • Aceite
Paso a paso
  1. Bate los huevos con el azúcar

    Bate los huevos con el azúcar hasta que estén perfectamente mezclados y obtengas una mezcla blanquecina. Agrega la ralladura de limón y la leche, y remueve de nuevo. Incorpora por último la mantequilla derretida y vuelve a remover.

  2. Agrega la harina

    Mezcla la harina con la levadura y agrégala a la masa poco a poco mientras vas trabajando la masa con las varillas. Cuando vaya espesando, podrás trabajarla con las manos.

  3. Trabaja la masa

    Espolvorea una superficie lisa con un poco de harina y trabaja la masa con las manos. Trabaja la masa y si es necesario, agrega un poco más de harina hasta que la masa no se quede adherida a las manos. Coge porciones de la masa y haz bolitas que tendrás que extender con las manos hasta obtener una forma alargada. Después sólo tendrás que unir los extremos hasta formar las rosquillas.

  4. Fríe las rosquillas

    Fríe las rosquillas en abundante aceite caliente hasta que queden doradas por ambas caras. Déjalas escurrir sobre papel absorbente para que elimines el exceso de aceite.

  5. Reboza las rosquillas

    Rebózalas en una mezcla de azúcar y canela, y déjalas enfriar antes de servirlas.