Visualízate a ti mismo en el momento de comerte un yogur. Abres la nevera, miras que no esté caducado, retiras la tapa, tiras el líquido que hay en la superficie y lo tomas.
Puede que le añadas azúcar, miel, incluso mermelada. Y que lo enriquezcas con cereales, fruta fresca o frutos secos.
A priori, todo correcto. Pero no. Porque la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) asegura que dos de estos actos tan cotidianos para muchos de nosotros no se deberían hacer.
Empecemos primero por la clasificación de los yogures que realiza la OCU en su informe Yogures: caducidad, conservación, seguridad. Hay dos tipos de yogures:
- Yogures "normales". Son los que se obtienen fermentando la leche a través de dos bacterias (Lactobacillus bulgariccus y Streptococcus thermophilus). Estos hay que conservarlos en la nevera.
- Yogures pasterizados. Son yogures que han sido pasterizados después de fermentar, es decir, que han sufrido un proceso de esterilización y ya no contienen bacterias vivas, lo que hace innecesario conservarlos en frío. Es decir, que pueden durar meses fuera de la nevera.
¿Qué es lo que hacemos mal con los yogures?
Para empezar, los guardamos todos en la nevera, cuando no siempre es necesario. Pero, hablando de los yogures "normales", que sí necesitan frío para conservarse en perfecto estado, esto es lo que dice la OCU.
1. Los yogures no caducan.
No, según la OCU, los yogures no caducan. Es decir, se pueden consumir perfectamente después de la fecha de consumo preferente que aparece en el envase. La propia acidez del yogur evita que se eche a perder.
La OCU asegura que un yogur que ha sido conservado en buenas condiciones no caducan, aunque pasado un tiempo (relativamente largo) pueden perder parte de sus propiedades. Pero consumirlos no entraña ningún peligro para la salud.
"Un yogur envejecido, que haya superado la fecha de caducidad, puede presentar una cierta proteólisis (degradación de proteínas), que se puede detectar a través de un cierto regusto amargo. No es peligroso, y se puede seguir consumiendo", cita la OCU en su artículo.
Solo hay un caso en el que la OCU recomienda no consumir un yogur que ha superado la fecha de consumo preferente: cuando hay moho en la superficie. Entonces hay que tirarlo sí o sí.
2. El suero no es malo.
El suero, ese liquidillo que aparece en la superficie del yogur y que muchos acostumbramos a desechar, no es malo y se puede consumir.
Los yogures que han sobrepasado la fecha de consumo preferente pueden tener más suero, pues es parte del agua que contiene la leche. Lo único que provoca este suero es un cambio en la textura del yogur, pero se puede tomar sin ningún problema.