Dani García y su truco para los garbanzos: "Si no te has acordado de ponerlos en remojo, este truco te evita esperar 12 horas"

Hidrata los garbanzos rápidamente

Coloca los garbanzos secos en un bol y cúbrelos con agua (aproximadamente dos dedos por encima). En lugar de dejarlos en remojo toda la noche, introdúcelos en el microondas a máxima potencia durante 9 minutos. Es un truco sencillo que acelera el proceso sin perder textura.

Prepara el sofrito

Pica las cebollas y sofríelas en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva hasta que estén doradas. Luego añade los tomates rallados o picados y la hoja de laurel. Cocina a fuego medio hasta que el sofrito tenga una textura espesa y sabrosa.

Cuece los garbanzos

Cuando el sofrito esté listo, cúbrelo con agua caliente y espera a que rompa a hervir. Entonces, añade los garbanzos hidratados y deja cocer a fuego lento durante unas 3 horas, hasta que estén tiernos. Puedes añadir más agua si ves que el líquido se reduce demasiado.

Prepara el majado

Fríe los dientes de ajo en una sartén con aceite de oliva y retíralos. En el mismo aceite, fríe las rebanadas de pan. Después, machaca ambos en un mortero hasta formar una pasta homogénea. Añade comino y sal al gusto. 

Añade el bacalao, el majado y las espinacas

Cuando los garbanzos estén casi listos, añade a la olla el bacalao desalado (en trozos grandes) junto con el majado. Cocina todo junto durante unos minutos para que los sabores se integren bien. En el último momento, añade las espinacas frescas directamente a la olla. Con el calor del potaje será suficiente para que se cocinen sin perder su color ni textura. Remueve con cuidado.

Da el toque final

Cuece el huevo, pélalo y pícalo en trocitos pequeños. Al momento de servir el potaje, espolvorea el huevo duro por encima de cada plato. Le dará un toque decorativo, pero también más sabor y textura.