Una fina masa a base de harina, sal y agua es todo lo que se necesita para elaborar unos buenos churros de los de toda la vida. Después, el factor clave está en la fritura, pero es que además en Schotis, lo que verdaderamente marca la diferencia del resto de churrerías es la originalidad de los diferentes rellenos, coberturas y toppings con los que se sirven los churros.
Su carta se divide en 4 secciones: Fritters, hotcolate, caprices & more. En la que además de churros y porras, encontrarás opciones tan apetecibles como los schotis, los mads, los famosos pichis y bebidas a base de chocolate belga de la casa Callebaut.
La propuesta de los churros de Schotis
En su extensa propuesta no sólo hacen churros y porras en el formato tradicional con la forma de lazo. Sino que se han reinventado haciendo formas tan atractivas para los más pequeños como los pichis. Unos churros versión mini de forma redondeada que se venden en cubitos de 12 unidades, una forma facilísima de comerlos mientras vas caminando por la calle.
Además a un precio nada caro, y es que el cubito sale a 2,40, toppings aparte. ¿Qué puedes añadirles? Cualquiera de los 11 toppings que tienen disponibles y a la vista en su extensa vitrina. Los baños van desde los más tradicionales como chocolate con leche o chocolate blanco, hasta otros tan interesantes como matcha o chocolate rubí.
Su oferta, más allá de los churros. Contempla las típicas flores fritas tradicionales de Semana Santa, bautizadas como schotis, en homenaje al nombre del establecimiento, así como los mads, unas espirales hechas con la misma masa de los churros que puedes disfrutar con un delicioso baño de chocolate y un topping de galletas oreo por ejemplo.
Entre las bebidas, destacan sus chocolates belgas entre los que podrás elegir 5 variedades: Chocolate con leche, chocolate blanco, chocolate negro, chocolate con caramelo, y pink chocolate. Si eres más de café, prueba cualquiera de sus versiones, no podrás resistirte al caramel macchiato.
Acompaña tu bebida favorita de la carta con un “cojonudo”, un delicioso bollito artesano de mantequilla y miel elaborado a diario en el propio establecimiento, y con una ligera cobertura similar a un glaseado.