En cuanto empieza a apretar el calor, el salmorejo empieza a inundar los menús de restaurantes, bares y locales de tapas. Porque, igual que el gazpacho, es una sopa fría a base de tomate y otras hortalizas que tiene un efecto súper refrescante. Pero, como decimos, es una sopa. Y ¿cómo se toman las sopas? Con cuchara. Porque es imposible comerse una sopa a mordiscos, por muy densa que sea. En Cocina Fácil nos gusta jugar con las texturas y los retos que parecen imposibles, por eso nos hemos propuesto preparar un salmorejo que se come a bocados . Y lo hemos conseguido, transformándolo en unas deliciosas croquetas que, en cuanto pruebes, querrás hacer una y otra vez. Esta es también una receta de aprovechamiento , pues te servirá para reutilizar el salmorejo que te haya sobrado. Aunque nuestro consejo es que lo hagas adrede. Es decir, que prepares más salmorejo del que necesitas para poder guardarte un poco para las croquetas. Luego las puedes congelar , una vez las hayas empanado. ¿A que será un puntazo servir unas croquetas de salmorejo, por ejemplo en invierno? No nos enrollamos más, aquí va la receta. Croquetas de salmorejo Para 4 personas Ingredientes 250 mililitros de salmorejo 1 huevo duro 50 gramos de jamón serrano 2 cucharadas soperas de harina de trigo Leche Sal Mantequilla Nuez moscada Pimienta 1 huevo Pan rallado Paso a paso Picamos el huevo y el jamón Son los toppings que llevaría el salmorejo normal, pero aquí vamos a mezclarlos con la masa de las croquetas. Así que los picamos bien menudos y los reservamos. Empezamos con la bechamel Ponemos una nuez de mantequilla y un par de cucharadas de aceite en una sartén y los calentamos a fuego medio. Cuando la mantequilla se haya fundido, agregamos la harina y removemos un poco para que se tueste y no tenga sabor a crudo. Añadimos el salmorejo Vertemos el salmorejo (es ideal que sea un poco denso) en la sartén, agregamos también el huevo duro y el jamón picados y removemos bien. Y ahora, la leche Vamos agregando leche hasta conseguir una masa maleable pero ligera (ten en cuenta que la bechamel, cuando se enfríe, cogerá más cuerpo). Sazonamos la masa Añadimos sal, pimienta y nuez moscada a la masa de nuestras croquetas de salmorejo y la retiramos del fuego. La pasamos a una fuente amplia y vertemos la masa en ella, repartiéndola bien para que se enfríe lo antes posible. Cuando se haya atemperado, la cubrimos con film a piel (tocando la masa para que no haga costra) y la reservamos en la nevera al menos 1 hora. Formamos las croquetas Vamos cogiendo porciones de la masa, con una cuchara sopera o cortando cuadrados iguales si queremos unas croquetas más originales. Les damos la forma que queramos: también pueden ser bolitas o tener la forma tradicional de las croquetas. Descubre los mejores trucos para que te queden perfectas y todas iguales . Freímos las croquetas Ponemos abundante aceite de oliva en una sartén, lo calentamos y freímos las croquetas por tandas, para que la temperatura del aceite no baje de golpe. Les damos la vuelta para que se tuesten por todos los lados y las dejamos escurrir sobre papel absorbente. Servimos enseguida, bien calientes.